En riesgo, 130 años de tradición taurina en San Luis Potosí
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El Congreso del Estado podría aprobar una iniciativa que propone la prohibición de las corridas de toros en la entidad
AN LUIS POTOSÍ, SLP.- El ruedo es el último sitio en el que el toro se desenvuelve y el que más se conoce; sin embargo, antes de una corrida en la plaza hay al menos cuatro años de trabajo para la crianza y preparación de los animales, actividad que podría estar en peligro si se aprueba una iniciativa que propone la prohibición de las corridas de toros en la entidad.
Al respecto, Manuel Labastida Aguirre, criador de reses bravas, asegura que de aprobarse esta iniciativa en el Congreso local acabarían 130 años de tradición familiar, de un oficio heredado de padre a hijo y que empezó con su tatarabuelo Zacarías Igueravide, quien trajo las primeras cabezas de ganado al municipio de Santo Domingo, luego de la Revolución.
Como esta, hay otras 16 ganaderías en la entidad que suman 30 mil hectáreas, en las que habitan más de 12 mil animales, entre vacas y toros, en ellas se emplea directamente a 300 personas al menos.
Este trabajo, dice Manuel Labastida, es parte de su forma de vida, lo lleva hasta en su formación académica como ingeniero agrónomo y lo ha desempeñado tanto en la iniciativa privada como en el gobierno, “siempre en la parte ganadera”.
Para Manuel, el toro es más que un producto de plaza, “criándolo, viéndolo, apapachándolo, haciendo genética esperando a que funcione”. En cerca de 50 hectáreas de terreno, cría a casi 100 animales, mantiene la población porque de otro modo sobreexplotaría los recursos de su rancho. También la crianza, asegura, conlleva la responsabilidad de preservar el medio ambiente.
Son los toros los que mantienen el rancho y el rancho mantiene a los toros, allí se siembra y cosecha su alimento.
Actualmente, en su rancho, Manuel Labastida tiene entre sus animales una mayor población de vacas, que pastan libres apartadas de los toros.
Sólo un semental las acompaña por temporadas.
De este sitio salen al menos 30 animales para la plaza al año. Para que estén listos, los toros deben tener al menos cuatro o cinco años de edad y alcanzar un peso de casi media tonelada. Para venta, cada uno puede costar 50 mil pesos, aproximadamente.
Los animales se mantienen en libertad hasta que alcanzan las características adecuadas. Manuel Labastida detalla que de 100 vacas al menos paren 70, de esas 70 crías, la mitad son machos y la mitad hembras, por lo que cada año hay una nueva generación de toros. Él trabaja con certificaciones, asegura.
De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Criaderos de Toros de Lidia, al año habrá 35 mil nuevas crías, de estas la mitad serán machos, la población no ha incrementado, ya que depende de la oferta y la demanda. Según sus cálculos, en México se matan 12 mil animales al año, 6 mil contabilizados a través de asociaciones de crianza y el resto en otro tipo de eventos que no pertenecen a estas agrupaciones.
Además, Labastida Aguirre señala que al año hay cerca de 2 mil eventos relacionados con la denominada fiesta brava. Es decir, México es país de corridas, rejones, novilladas, festivales y fiestas. Hasta los enanitos toreros forman parte del folclor, por lo que destaca que ningún animal se queda sin espacio para participar de estos eventos.
DATOS
35 mil nuevas crías de reses se dan al año.