En Saltillo también hubo represión como efecto del Movimiento del 68

Abraham Nuncio era estudiante de Derecho en Saltillo durante el año 1968. Lo detuvieron después de participar en un foro organizado por estudiantes del Tec de Monterrey en la Sociedad Manuel Acuña, días antes del 2 de octubre.

Él informaba en el presídium central lo que pasaba entre los estudiantes y el gobierno autoritario del presidente Gustavo Díaz Ordaz en el centro del país a finales de la década de los 60. Esa misma noche fue llevado preso por participar en las actividades; salió libre después de algunas semanas, no había acusación. Lo arrestaron por organizar este tipo de eventos.

Francisco Javier Cepeda Flores, autor del libro “Vientos de Libertad y Democracia Rebelde” registra este caso y demás efectos del Movimiento del 68 en Saltillo y las maneras de represión que se vivieron en toda la República Mexicana en los tiempo de Díaz Ordaz.

Negó que la actual generación sea más “blanda” ante movimientos sociales e hizo la recomendación a los jóvenes de que sean más conscientes ante lo que ocurre en el contexto social.

El autor señaló que las repercusiones resultaron en toda la República Mexicana, pues la mayoría de los estudiantes de provincia, tanto del Politécnico y de la UNAM, regresaban a sus tierras a informar mediante foros.

Señaló también que la mayor parte de la información era coactada y no se publicaba en los medios de comunicación por lo que él y el equipo que realizó el libro, decidieron recolectar la información mediante entrevistas.

“Cuando el Ejército ocupó Ciudad Universitaria en la Ciudad de México, los estudiantes de provincia regresaron a sus tierras y comenzaron a informar de lo que pasaba en el centro del país mediante asambleas en el Tecnológico de Saltillo, en la Normal Superior, en la Alameda y en la Narro”, recuerda.

“A partir de agosto hasta después de las Olimpiadas del aquel año, la información no llegaba a la ciudad o era deformada”, afirma.

Señaló que la adquisición de las autonomías de las Universidades de Nuevo León y de Coahuila se dio a partir del movimiento del 68 y su repercusión en el pensamiento de los jóvenes, entre otros movimientos sociales.

Sobre la actitud de esta generación ante situaciones de protesta, señala que se debe educar no en la tecnocracia, sino en la conciencia. Además no cree que sea ta blanda como se le ha tachado.  

“Aparentemente pueden ser más apáticas, pero también los problemas sociales son complejos. El que era apático resulta que en ocasiones ya es consciente y radical”, concluyó.