Endurecen México y EU restricciones fronterizas; niegan solicitudes de asilo
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El argumento oficial para el bloqueo es que cualquiera puede propagar el coronavirus
CALIFORNIA, EU.- Estados Unidos ha utilizado una turbia orden sanitaria para justificar agresivas medidas de contención fronteriza que echan por tierra leyes nacionales e internacionales vigentes durante décadas.
Desde el 20 de marzo y durante 30 días, se ha restringido la movilidad y Washington devuelve de forma inmediata a quien cruce la frontera sur del país ilegalmente aunque huya de la violencia y quiera pedir asilo. El argumento oficial es que cualquiera puede propagar el coronavirus, aunque la epidemia está más extendida en ese país que en sus vecinos del sur.
México, una vez más, dio su apoyo a EU al aceptar no sólo a mexicanos, que ahora pueden ser devueltos a cualquier hora del día o la noche, sino a migrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras, de donde proceden más de la mitad de los arrestados por la Patrulla Fronteriza, a quienes mueve en autobuses para, en muchos casos, expulsarlos de forma brusca por el sur.
Las excepciones, explicó el cónsul mexicano en San Diego, Carlos González, son los menores no acompañados y las personas vulnerables.
Ninguno de los dos países ha dado mucha información sobre el alcance de las medidas pactadas y ni la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) ni el Instituto Nacional de Migración de México (INM) aclararon.
Muchos albergues para migrantes en México, tanto en la frontera norte como en el centro y el sur, han cerrado sus puertas a nuevos ingresos por temor a que quienes lleguen estén contagiados de coronavirus. Y en algunos casos, como en un hospedaje privado de Piedras Negras en el estado de Coahuila, en el centro de la frontera mexicano-estadounidense, 80 migrantes fueron dejados en la calle por orden municipal, denunció Obed Cuellar, uno de sus trabajadores.
EXPULSADOS> En menos de dos semanas 7 mil migrantes han sido expulsados por EU, algunos directamente a sus países y otros a México, según un asesor legislativo que pidió el anonimato.