Es tiempo de dar, no de gastar. ¿Qué puedes hacer al respecto?
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A estas alturas de la cuarentena ya no es un secreto que esta “nueva realidad”, de la que hemos estado hablando, no sólo afectará las dinámicas sociales sino que también tendrá un gran efecto económico a nivel global que obviamente afectará a los millones de hogares en México y en América Latina. A todos nos ha quedado más que claro que no son tiempos para gastar en lujos o en cosas que no necesitamos. Considero que ya nos hemos limitado en nuestras compras de ropa, joyería, tecnología, por mencionar algunas, por empezar a ahorrar un poco más de lo que teníamos pensado a principios de año. Pero, no para todas las familias es lo mismo, hay muchas que viven al día y su preocupación es si podrán llevar alimento o no.
Justamente esta semana el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (ONU) informó que como consecuencia de la pandemia se prevé que 14 millones de personas pasen hambre en América Latina, es decir, de 3.4 millones que existen hoy en pobreza alimentaria, se está considerando que se multipliquen por cuatro.
En otras palabras, retrocederemos en términos de marginación o pobreza 20 años. ¿Qué significa que aumente la pobreza en esas proporciones?
Más de uno que está leyendo estará pensando: “pobres, pero no puedo hacer nada al respecto y no tiene que ver conmigo o con lo que yo hago”. Quiero decirles que sí tiene que ver contigo y sí te afecta.
No es mi objetivo hacer un análisis económico de las consecuencias de la pandemia, pero sí invitarlos a detenerse un poco y pensar lo que puede llegar a pasar si todo sigue en este camino.
Cuando cambian los hábitos de consumo, es decir, la forma en que las personas compran desde sus alimentos, la ropa, comunicaciones y entretenimiento, afecta a los gobiernos (en cómo cobran impuestos), a las grandes corporaciones (que compran y vender productos e insumos), a las pequeñas y medianas empresas (al ser proveedores de las grandes corporaciones o vender en menor cantidad a consumidores finales), y productores (los que tienen los insumos), es decir, nos afecta a todos, es una cadena que tiene consecuencias en todos los miembros.
¿Qué puedes hacer al respecto? Únete a una causa, enamórate de cambiar al mundo de la que creas es la mejor opción: educación, prevención de violencia, combate a la corrupción, defensa y promoción de derechos humanos, ayuda alimentaria, atención a migrantes, cuidado al medio ambiente, ayuda a niños huérfanos o con cáncer, discapacitados, hay muchas causas.
Las organizaciones de la sociedad civil estamos pasando por una de las crisis más retadoras de los últimos tiempos, puesto que las necesidades son muchas, los recursos son muy limitados y cada día lo serán más. Hoy dar un apoyo (en efectivo, especie) a las organizaciones de la sociedad civil no es un gasto, es una inversión. No son tiempos de gastar, son tiempos de dar.
Si no te gustan cómo están las cosas, ¿qué estás haciendo para que sean diferentes?
Atrévete, sé un #CiudadanoDeTiempoCompleto.
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