Ese te quiere bien que te hace llorar

El Quijote I, 20

En la llamada aventura de los batanes, que son mazos de madera que mueven una rueda empujada por una corriente de agua, Sancho Panza, “que naturalmente era medroso y de poco ánimo”, se atemoriza de lo que ocurre esa noche oscura en lugar desconocido, cuando él y don Quijote “oyeron que daban unos golpes a compás, con un cierto crujir de hierros y cadenas, acompañados de furioso estruendo del agua, que pusieran pavor a cualquier  otro corazón que no fuera el de don Quijote”.

Mayor pavor siente Sancho cuando don Quijote le dice que espere donde se encuentra mientras él va a averiguar qué sucede. No halla qué hacer el pobre escudero para evitar que el caballero andante no lo abandone en aquellas soledades.

Cuando descubren que el espantable ruido lo producían “seis mazos de batán, que con sus alternativos golpes aquel estruendo formaban”, don Quijote observa que finalmente Sancho se ríe del incidente y cree que en realidad se burla de él y “se corrió y enojó en tanta manera, que alzó el lanzón y le asestó dos palos, tales, que si como los recibió en las espaldas, los recibiera en la cabeza, quedara libre de pagarle el salario, si no fuese a sus herederos”, es decir, lo habría matado.

Después de su violenta reacción, en cierta forma don Quijote se disculpa con su escudero. Sin embargo, Sancho le dice que nada ha pasado y “que todo saldrá en la colada, que yo he oído decir: ‘ESE TE QUIERE BIEN QUE TE HACE LLORAR’”.

En un manuscrito de 1849 que se encuentra en la Biblioteca Nacional de España titulado “Recopilación de refranes y adagios comunes y vulgares de España” (1580), aparece uno que reza: “Quien te quiere bien te hará llorar y quien mal reír y cantar”, muy parecido en su primera parte al citado por Cervantes en el pasaje arriba transcrito.

@jagarciavilla