#EseMéxicoNoLesDuele

#MeDuelesMéxico volvió a ser el slogan de protesta anti-AMLO entre los mexicanos acomodados (fifí diría el mismo presidente electo) en esta última semana. En redes sociales de todo tipo volvió a surgir esa frase de protesta que fue muy socorrida durante la semana posterior a la elección del 1 de julio. Si volteamos a ver las reacciones de sorpresa e incredulidad de muchos ante el triunfo arrollador de López Obrador en la elección pasada, podemos prácticamente correlacionarlas con reacciones similares ahora que el Presidente electo anunció (consulta chafa de por medio) que cancelará la obra de Texcoco sin tener un plan claro para un proyecto alterno.

Es verdad, la consulta sobre el aeropuerto fue una burla. Si contamos los votos en contra de Texcoco que se emitieron en el Estado de México, la Ciudad de México, Chiapas y Oaxaca, con eso tenemos para sobrepasar los votos a favor que se recibieron en todo el País. No podemos pretender que la consulta fue un ejercicio democrático representativo, sino una herramienta para que el gobierno entrante se lave las manos y eluda su responsabilidad de tomar las decisiones que le competen y para las cuales fueron electos con una mayoría absoluta de los votos. Pero el hecho de que la consulta no haya sido válida, adecuada, perfecta, necesaria y que se decida cancelar una obra que tenía avances importantes (y mucho dinero enterrado ahí) nos puede hacer pensar que México está mal y que nos sentimos mal porque se cancela un aeropuerto. Una vez más, saltan voces de protesta enarbolando la bandera del #MeDuelesMéxico, mismas voces que antes de AMLO y antes del Nuevo Aeropuerto NAIM parecía no dolerles nada.

A esas voces que les duele la cancelación de un proyecto que no entienden, que no nos explicaron, que seguramente lleva el sello de la corrupción imperante en el País, no les dolió que en México haya más de 50 millones de pobres. No les dolió que el crecimiento económico no alcanza para generar los empleos que demandan los jóvenes que se incorporan a la edad de trabajar. No parece dolerles tanto, como el aeropuerto, la corrupción de los de siempre, los abusos de la autoridad, el rezago educativo, los líderes charros, los niveles de inseguridad y la urgencia de que se hagan ajustes serios y urgentes a las políticas económicas del País en una coyuntura que se presenta muy complicada con o sin el NAIM.

Esos que empujan el “dolor por México” le hacen un flaco favor al País, distrayendo la atención de los ciudadanos en algo que aunque es relevante y muy simbólico no es crucial. Esa distracción bien puede ser contraproducente incluso para promover un balance adecuado de ideas y proyectos con el nuevo gobierno, que cabe recordar ni siquiera ha empezado. Tal vez sin quererlo, están generando una cortina de humo que perjudicará la agenda de contrapesos racionales y válidos que debemos tener los ciudadanos frente a un gobierno que tendrá más poder que nunca.

Si de pronto sientes que te duele México, recomiendo echar un vistazo antes a las estadísticas de pobreza y reconocer que primero nos debería doler que hay dos Méxicos. Uno que siente que se realiza con un aeropuerto nuevo y otro que no sabe qué comerán sus hijos la próxima semana y, que por algún motivo, #EseMéxicoNoLesDuele.

@josedenigris

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