Estrategias para la batalla; López Obrador cuando no miente, engaña (1/2)
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López Obrador cuando no miente, engaña. Esta es su principal tirada de naipes
Usted lo sabe, cuando quiero clarificar mis ideas en política, leo literatura o filosofía. Todo está en las historias de los buenos autores de ficción, así como todo el conocimiento humano necesario está en los pensadores que nos han legado ideas. Ideas, reflexiones, pensamientos, tesis, constelación de conceptos y estadios en las cuales abrevamos. En el camino siempre habrá una guerra, una batalla por pelear. Se pelean diario batallas en el mundo: batallas económicas, batallas personales, combates de salud, situaciones amorosas, cosas de familia y un largo etcétera.
Hay un libro al cual el mismísimo Mario Vargas Llosa le dedicó a la vez un libro de ensayo, genial. El volumen es “Tirante el Blanco” de la autoría de Joanot Martorell. Por estos días doy cuenta de él en mis aposentos. Me ha sido difícil leerlo, porque conseguí una versión en su momento en la traducción castellana de uso del siglo 16. Pues sí, una joya bibliográfica la cual me ha costado enormidades leer. El mismísimo Miguel de Cervantes le lanza elogiosas palabras en su “Don Quijote de la Mancha”. Dice es “el mejor libro del mundo”. “Tirante el Blanco” está escrito entre 1460 y 1466, afincado su tratamiento y empresa en el siglo XV. Libro de andanzas de un caballero, de los más ilustres del orbe. Sus andanzas y amoríos. Más lo segundo que lo primero.
¿Qué se necesita para pelear una guerra económica, política, amorosa o electoral? En el capítulo CXCVI del libro se dan las siguientes recomendaciones: primeramente, que el caballero sepa soportar el arnés (sostener el equipo), ejercitar mucho las manos el caballero en “cosas trabaxosas de las armas”, acostumbrarse al mal dormir y reposar; por la justicia y el bien común, no temer a la muerte. Si lo anterior lo aplicamos al entorno actual, con miras a elegir a los nuevos diputados locales de Coahuila, con miras a evaluar la gestión de Andrés Manuel López Obrador y su errática y pésima política en el delicado tema de la pandemia; si aplicamos lo anterior al evaluar la gestión de Miguel Ángel Riquelme (Gobernador de Coahuila), la del Cowboy Urbano, Manolo Jiménez (alcalde) y a otros personajes políticos y sociales, tendremos un panorama con crestas y llanuras, merced a que cada personaje combate diferente. Veamos en este díptico estos campos de batalla.
Andrés Manuel López Obrador cuando no miente, engaña. Esta es su principal tirada de naipes en la batalla cotidiana de su política. A últimas fechas le ha agregado otros elementos: amenaza a sus críticos, sigue viviendo del pasado (la culpa es de todos, menos de él), en sus conferencias de hartazgo mañanero señala sin pruebas, increpa, aplasta a sus críticos, los denigra, injuria, dicta sentencias sin ser juez… es un gran, gran manipulador de la opinión pública. Como le ha dado resultado, lo sigue y lo seguirá haciendo.
ESQUINA-BAJAN
Y lo anterior contrasta con la manera de comunicarse y transmitir su manera de trabajar ante los ciudadanos, del gobernador Miguel Ángel Riquelme y la del alcalde Manolo Jiménez Salinas. ¿Usted alguna vez ha escuchado proferir insultos y amenazas de Riquelme o Jiménez Salinas en contra de la prensa, de los empresarios o de políticos de otros partidos? En un corte de caja hasta el pasado mes de marzo de 2019, AMLO había proferido 71 expresiones peyorativas en contra del sector privado (“oficina de negocios… al servicio de una minoría”, “minoría rapaz”, etc.) Si usted revisa sus “mañaneras” (una especie de castigo divino), AMLO pronuncia al menos cada mes la palabra corrupción más de 100 veces. 26 veces por semana, más de cinco veces al día. Tal vez por esto y no otra cosa, el diario defeño “El Financiero”, en su más reciente encuesta de resultados (1 de julio), anuncia la caída de su popularidad de un 83 al 56 por ciento en los últimos meses.
Hay muchas maneras de pelear una guerra. Cada quien elige su equipo, sus alabardas, su yelmo, su arma preferida para el combate; su espada o lanza. Miguel Ángel Riquelme ha elegido él mismo encabezar la lucha por el presupuesto que nos corresponde y que por ley AMLO lo debe de mandar (diezmado una y otra vez a Coahuila) y ha elegido ser él la cabeza de lanza en la lucha contra el COVID-19. Tiene un equipo atrás de él, el cual debe de ser transmisor de las estrategias y logros obtenidos. No en todos los departamentos o Secretarías caminan al mismo paso y nivel. Por eso, imagino, ahora se ha incorporado a Comunicación Social del DIF Coahuila el maestro Jesús Ramírez. Sí, quien hasta hace unos días era el titular de dicho departamento estratégico con Manolo Jiménez en la Alcaldía. Un nuevo encargo no menor para el maestro Ramírez.
Los logros en materia de gestión, comunicación, afirmaciones verdaderas y en fin, todo lo que rodea el ejercicio del poder político, no son obra de un solo hombre en Saltillo o en Coahuila, son resultados de un equipo el cual rodea al Gobernador, Alcalde o funcionario en turno. Con un buen manojo de aciertos bajo el brazo, el Cowboy Urbano Manolo Jiménez mantiene a la región firme y fuerte en materia de control epidemiológico por el virus chino. Las casas encuestadoras como Mitofsky, Caudae Estrategias y Campaigns and Elections, lo han ubicado en el ranking de los mejores Alcaldes a nivel nacional (oscila entre los cinco primeros lugares todo el tiempo). Conformado su equipo entre experiencia (Federico Fernández, Carlos Robles Loustaunau) y juventud (Blas Flores Jr., Diego Rodríguez, Orlando Naún Rodríguez…). Los logros están a la vista, transitando esta pandemia y su vendaval.
LETRAS MINÚSCULAS
Durante 2019, en las soporíferas “mañaneras”, AMLO hizo “15 mil afirmaciones no verdaderas” (SPIN Taller de Comunicación Política). ¿Cuál es su estrategia? Mentir. No se pierda la segunda parte el lunes.