¿Éxito o fidelidad?
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Se crean maquetas de éxito.
Los ingredientes se presentan en variadas modalidades. Claro. todo está sobre el tripié del tener, el poder y el placer.
Se estructuran caminos educativos, profesionales, se desarrollan hábiles técnicas financieras que vayan logrando la acumulación de riqueza en que se asienta el modelo que se presenta como exitoso.
El poder se da al sumar voluntades dóciles, convergentes en el avance hacia el objetivo de la posesión creciente. Y con el tener y el poder se da la búsqueda insaciable de satisfactores para necesidades artificiales.
Lo ilegal, lo clandestino, lo delincuencial, la oculta corrupción y la impunidad viral son para muchos, en todos los niveles, caminos de éxito porque logran los recursos, el dominio y el placer.
La maqueta de la fidelidad parece una locura, una insensatez, para quienes no ven para la persona humana un horizonte de trascendencia y perennidad. Un ingrediente muy importante para esta opción es la conciencia que no quiere dañarse ni dañar. Es la conciencia de una dignidad personal que no admite nada falso ni engañoso y no parece idolatrar ni la lana ni la fama ni la dama. Que no incluye ninguna voracidad codiciosa ni prepotencia de dominio ni afán de deleite sin límite.
No pocos toman la vida como una oportunidad para lograr el éxito según lo criterios de la avaricia, de la soberbia y de la sensualidad sin conciencia moral ni ética. Se logra así una suma de apariencias externas unidas a una quiebra interior de conciencia amordazada. Algunas veces, como sucede ahora, se hacen públicas las inmoralidades, las trampas y los apetitos desbocados de quienes buscaron éxito sin otra obediencia que a su propia esclavitud íntima.
Con la luz de la fe captamos que se nos da la existencia no para tener éxito sino para ser fieles. Y por ser fiel se puede carecer de haberes, poderes y placeres, con la paz interior de haber sido fieles a la propia conciencia.
En la fidelidad puede haber prosperidad invertida y compartida, con el único poder de la autenticidad y la solidaridad y un disfrute libre y gozoso que se vuelve comunitario y agradecido. Muchos pueden así vivir la vida mejor vivida y esperar bienes eternos...