Hombre que mató a una mesera iría al Cereso de Saltillo
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El imputado de 35 años de edad, quien reside en la colonia Independencia, de Monterrey, Nuevo León, está a disposición del Ministerio Público Federal por el delito de portación de un arma calibre .38 para uso exclusivo del Ejército.
En Saltillo se encuentra asegurado Francisco Javier Sánchez Martínez, señalado como autor material del feminicidio perpetrado en contra de una mesera, durante el sábado por la mañana en la carretera Saltillo-Monterrey.
El imputado de 35 años de edad, quien reside en la colonia Independencia, de Monterrey, Nuevo León, está a disposición del Ministerio Público Federal por el delito de portación de un arma calibre .38 para uso exclusivo del Ejército.
Existe la posibilidad que hoy ingrese al Centro de Reinserción Social Varonil de Saltillo, en espera de que afronte el delito actual y posteriormente sea entregado a las autoridades de Nuevo León.
La detención fue realizada por elementos del Grupo de Reacción Operativa Metropolitana (GROM) en un filtro de seguridad que se instaló en el kilómetro 23 de dicha artería federal.
Francisco Sánchez conducía una camioneta Chevrolet Silverado y durante una revisión implementada por los oficiales, se percataron que los asientos estaban manchados de sangre. Además, a uno de los ocupantes le hallaron 11 casquillos, quien reveló que Francisco ocultaba un arma en la guantera. Tras continuar con el operativo localizaron una pistola calibre 38 especial, una bolsa de dama, varios teléfonos celulares.
Tras ser sometidos a un interrogatorio, ambos confesaron haber asesinado a la mesera identificada como Karen Itzel Atilano López, quien tenía 22 años. Dijeron que le dispararon en el tórax y en abdomen; la necropsia arrojó que esas heridas fueron las causas de muerte de la mujer.
Confesaron que por la madrugada del sábado acudieron por la mesera al bar “El Huateque”, ubicado en Colón y Colegio Civil, en el centro de Monterrey. Francisco discutió con Karen y cuando se dirigían a Saltillo, le disparó.
Explicaron que la mujer, que vivía en la colonia Santa Martha de Escobedo, derramaba sangre en el asiento, y con tal de que ya no manchara, Francisco se estacionó en el acotamiento de la carretera Saltillo-Monterrey, a la altura del Ejido Rinconada, para arrojar el cadáver.
A los involucrados los pusieron a disposición del Ministerio Público de la Federación de Saltillo, donde aún siguen bajo arresto.
