Feminicida intentó quemar a Gabriela en Saltillo; caso rebasa niveles de violentómetro, señala juez
Audiencia desahoga pruebas, investigación apunta a feminicidio
De acuerdo con las versiones presentadas en la audiencia, los hechos que derivaron en la muerte de Gabriela Rodríguez, habrían dado inicio con una discusión que sostuvieron Francisco y la joven el domingo 11 de agosto en la mañana.
Esto luego de que Gabriela llegó de trabajar a la casa que compartía con Francisco N. después de su relación amorosa.
Ahí se encontró con la resaca de una fiesta de sábado por la noche que se realizó en el inmueble, a la que Francisco N. había invitado a su nueva pareja.
El cuarto donde dormía Gabriela había sido ocupado por una pareja amiga de Francisco, y Gabriela se sentía invadida.
Los padres de Gabriela habían recibido a su nieto ese día por la mañana, para que la mujer se dirigiera a trabajar más tarde. Pero después de la pelea con Francisco, Gabriela tenía otros planes: estaba decidida a irse, y entre las pruebas, el Ministerio Público comprobó que una de sus primas le había realizado un depósito bancario para rentar un flete.
Sin embargo, no se supo más respecto a un cambio y pasaron las horas. Poco después de las 20:30 horas, Gabriela habría llamado a su prima para decirle que Francisco N la tenía encerrada. Dos horas después, la misma le regresó un mensaje en la aplicación de WhatsApp en el que aparecía la señal de que el mismo no había sido entregado.
SE ACUMULAN LAS PRUEBAS
Como una de las pruebas aportadas, el ministerio público recogió que Armando, el padre de Gabriela, hizo una captura de pantalla sobre un mensaje a las 23:30 de ese sábado, en el que aparece Francisco vendiendo un celular en el grupo “Todo ventas saltillo”, y cuyas características eran muy parecidas a las del celular de su hija.
Aunque la esperaban en ese mismo día, las circunstancias laborales de Gabriela les hicieron pensar que había sido por el trabajo que no se había regresado por su hijo… pero al poco tiempo, del día siguiente, la preocupación comenzó a despertar.
De acuerdo con el parte presentado para la vinculación, pocas horas antes de que la familia de Gabriela enviara a uno de sus hermanos a la casa donde vivía con Francisco —donde sólo encontraron un vidrio roto y no mayores noticias de Gabriela—, Francisco N. había ido a la tienda a comprar seis bolsas negras para la basura de tamaño grande; versión aportada por el dueño de una miscelánea de la zona.
“Pidió ocho, pero le dije que solo me quedaban seis. Se nos hizo raro porque en la casa solo viven Gabriela y él”, dijo el comerciante en la entrevista.
HABLA ACTUAL PAREJA DE FRANCISCO N.
En su entrevista, la más reciente pareja de Francisco narró que días posteriores a la fiesta sintió una extraña actitud de su parte.
Dijo que días después le comentó que quizá tendría que regresarse a Veracruz, pues: “lo estaban investigando por algo que aseguró, no había cometido”.
Después le pidió que borrara los mensajes porque los agentes iban a ir a entrevistarla.
“Pero no los borré… el que nada debe, nada teme”, dijo la más reciente pareja de Francisco.
Otro de los aportes a las pruebas para vincular a proceso a Francisco, fue que él mismo envió un mensaje el día de la discusión por la noche a Gabriela para disculparse por lo sucedido y preguntarle que cómo estaba; sin embargo, este mismo mensaje apareció como no entregado.
Esta cuestión fue expuesta como una intento de coartada, dado que este mensaje apareció como a su prima, en estatus de “no entregado”, y entre las horas en las que él mismo había puesto el equipo móvil de Gabriela a la venta.
La juez tomó diversas versiones para inferir que el caso estaba siendo correctamente investigado por los tres delitos: secuestro, feminicidio y posterior inhumación ilícita.
LOS RASTROS DE SANGRE
Sin embargo, una de las pruebas más relevantes, con las que además se concluyó que el cuerpo enterrado en un terreno baldío era el de Gabriela, fue la aplicación de una prueba de luz ultravioleta en el baño donde vivió la pareja.
Esta dio positivo en manchas de sangre en las paredes y otras áreas con signos de proyección, pero también se encontró que su cuerpo presentaba señas de que había intentado ser incinerado para su desaparición, después de haber sido golpeada, y mutilada de sus extremidades con acciones post mortem.
Dada la circunstancia, y que los antecedentes indicaban que Gabriela ya había denunciado violencia familiar, la juez aceptó la petición de llevar el caso con perspectiva de género, y en ese momento, hizo de manifiesto que de acuerdo con el “violentómetro” realizado por el Instituto Politécnico Nacional, Gabriela padecía violencia de género en un nivel calificado como “altísimo” sobre el rango 24, siendo el 30 el nivel máximo.
LO QUE SIGUE
Tras escuchar el desahogo de pruebas para esta primera fase de la causa penal 1668/2019, la juez aceptó la vinculación para los tres delitos, y fijó un plazo de cuatro meses para la investigación complementaria de los seis inicialmente propuestos, que concluirán con la audiencia intermedia, previo a la audiencia de juicio donde se le dictará sentencia a Francisco “N”.
ABUSADA
De acuerdo con el “violentómetro”, Gabriela padecía violencia de género en un nivel calificado como “altísimo” sobre el rango 24, siendo el 30 el nivel máximo.