Gato encerrado
COMPARTIR
TEMAS
—Soy el gato encerrado.
Así me dijo de buenas a primeras.
—Me da mucho gusto conocerlo –respondí–, pero si es usted el gato encerrado, ¿cómo es que pudo venir? Se me hace que aquí hay gato encerrado.
—No lo hay –negó–. Es lo que quiero que usted sepa. Se dice que hay gato encerrado cuando se sospecha que hay manejos ocultos en algún asunto, o causas encubiertas. La verdad es que resulta casi imposible encerrar a un gato, del mismo modo que es difícil evitar que tarde o temprano se conozca un acto indebido.
Le pregunté:
—¿No existen entonces los gatos encerrados?
Contestó:
—Jamás han existido, ni existirán jamás.
Dicho eso se marchó.
De esto que hoy narré han pasado muchos días, y todavía le doy vuelta a lo que me dijo el gato. No es que yo desconfíe de los gatos, pero se me hace que aquí hay gato encerrado.
¡Hasta mañana!...