Habitantes de General Cepeda se inundan; temen por contacto con residuos tóxicos
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Una de las principales preocupaciones de los habitantes de General Cepeda es la cercanía del flujo de agua con los desechos tóxicos que emite el Cimari
Texto: Armando Ríos
Fotografía: Mayra Franco
A partir de las 5:00 HRS de este miércoles, las lluvias azotaron a por lo menos seis ejidos del municipio de General Cepeda. Los vecinos de ejidos aledaños al Confinamiento, temen por derrames tóxicos.
A los costados de la carretera federal número 40, entre Saltillo y Parras, los ejidos Hipólito, Kilómetro 64, El Dorado, La Rosa, y Noria de la Sabina del municipio de General Cepeda, sufrieron severas afectaciones a causa de la lluvia que logró subir en algunos tramos hasta los 30 centímetros de altura en un diámetro, en un diámetro de 15 kilómetros.
José Luis Valero y Eduardo Alonso, habitantes del municipio de General Cepeda y representantes del Colectivo Sí a la Vida, denunciaron que una de las principales preocupaciones con la contingencia, es la cercanía que tiene el flujo de agua, a los elementos tóxicos que emite el Confinamiento de Residuos Industriales, antes conocido como ‘Cimari’.
Eduardo Alonso, quien reside cerca de la cabecera municipal, narró que durante las primeras horas de la madrugada, los empleados del confinamiento propiedad de la empresa Semnsa fueron trasladados hasta el centro de operaciones en lancha, debido a que la carretera privada que se comunica con la 40 tenía fracturas, y posterior a ello, se observaron movimientos y labores extraordinarias.
‘’Nunca se dijo que pasaría en situaciones de lluvia tan intensa. Ya había pasado una vez y lo denunciamos, pero nunca así’’, señaló Jose Luis García.
Debido a que la lluvia baja por detrás de los cerros que están comunicados con el confinamiento, aseguran que el agua ya pudo haber tenido contacto con las enormes presas que se formaron a la deriva de la carretera, y que va a dar a la presa ‘El Tulillo’, donde el agua se utiliza para riego de las cosechas locales.
‘’Toda el agua que está desbordando esta carretera, es la presa de ‘El Tulillo’. Esta es la presa que reclamábamos estaba cerca del basurero tóxico. Esa agua que cayó la pueden absorber los mantos freáticos. Los geólogos que investigan la situación nos dijeron que el subsuelo de la región está formado por lutita fracturada, lo que significa que los escurrimientos subterráneos vayan a dar hasta los mantos’’, señaló García Valero.
Otra de las situaciones que fue denunciada por los pobladores y comprobado por VANGUARDIA, fue que la carretera privada que construyó la empresa para mantener la comunicación con la carretera 40, logró formar una especie de presa, provocando que la corriente de agua se detuviera y provocara posteriormente las inundaciones que ahora vive el poblado de Kilómetro 64.
En otros informes, los habitantes del ejido Pilar de Richardson, notificaron que las lluvias no han cedido, y hasta el cierre de esta edición, se avistaban grandes corrientes de agua a pesar de que la presa ‘El Tulillo’ ya había llegado a su máxima capacidad, según el reporte de Protección Civil.
El poblado más afectado hasta este momento, debido a su ubicación al costado de la carretera fue Kilómetro 64 donde habitan por lo menos 30 familias, el cual obligó a las autoridades de Protección Civil del municipio de General Cepeda, a poner a disposición las maquinarias de retén, para desviar el cúmulo de agua hacia otra dirección.