Impuestos, minuendo, sustraendo
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Siguiendo un poco con el tema de incentivos de la semana pasada…
Mucho se ha escrito y opinado acerca de si los países con más o con menos impuestos son los que prosperan. Se hacen comparaciones (huecas creo yo) con países nórdicos que cobran tasas muy altas de impuestos; se nos evangeliza con la idea de pagar más impuestos para reducir la desigualdad; de que es necesario pagar impuestos para tener mejor infraestructura. Las excusas en un país como el nuestro son variadas y creativas. En su mayoría, quienes llegan al poder inmediatamente sienten la ansiedad de que no les va alcanzar el presupuesto y su reacción casi automática es pensar en cómo se le puede sacar más dinero al ciudadano. Es raro ver a políticos o autoridades viendo el presupuesto desde dos ángulos, el del ingreso, pero también el de los egresos. Es como si les hubieran borrado de su cerebro la posibilidad de balancear el resultado de una resta cambiando no solamente el minuendo (el ingreso), sino también el sustraendo (el egreso).
Recientemente Jorge Álvarez Máynez, joven diputado zacatecano de Movimiento Ciudadano, con curul plurinominal por Jalisco, puso en la mesa la posibilidad de gravar las herencias en México. Muy orgulloso defendió su propuesta diciendo que “menos del 1% de la población se vería afectada” (más de 1 millón de mexicanos). Cabe señalarse que el diputado Álvarez lista en su curriculum oficial de la Cámara de Diputados (SIL) que su trayectoria empresarial ha sido como: a) articulista de Imagen Zacatecas; y b) columnista en La Jornada Aguascalientes; el resto de su trayectoria fuera del ITESO o del ITESM ha sido en la grilla. Menciono esto porque es probable que el Lic. Álvarez nunca haya tenido que pagar o entender como funcionan los impuestos para alguien que produce un bien o un servicio comerciable. Parte del problema que tenemos en México es que estamos invadidos de funcionarios, políticos y autoridades que tienen formación y trayectoria similar a la del Lic. Álvarez y que piensan que los presupuestos solamente se manejan por el lado del minuendo.
Para estos genios la noción de la doble tributación o, peor aún, de la contraprestación que debe haber por parte de los Gobiernos cuando cobran impuestos, es poco relevante. Ellos están pensando en obras de relumbrón, en transferir dinero de los que tienen a los que no tienen, en más burocracia, en más gasto corriente, generalmente con la siguiente elección en mente. No hay un plan de fondo; no hay ideas trascendentales; no se ponen a pensar en hacer el pastel más grande, sino que ven como un triunfo de su filosofía redistributiva el robarle el dinero que ya pagó impuestos a quien se atrevió a generar empleos, a producir, a ahorrar, a invertir. Ponen al empresario o al ciudadano que la hizo bien en un rol de villano. Me imagino al Lic. Álvarez vestido con unas mallas de Robin Hood pensando que acaba de inventar la receta para hacer oro en el microondas. No se le ocurre a este Robin Hood moderno y a sus secuaces que los impuestos que ya se pagan están siendo mal manejados. Los impuestos que se pagan en México no se traducen en seguridad, en infraestructura, en educación, en salud consistentes con el nivel de impuestos.
Para pedir más impuestos, primero deben dar cuentas y poner a trabajar (en algo que no sea burocracia) los que ya se pagan. Un ciudadano que paga impuestos para que lo roben en las calles es un ciudadano que es robado dos veces. Si encima le quieren cobrar impuestos sobre impuestos, entonces el robo es triple.
@josedenigris
josedenigris@yahoo.com