Incontrolable violencia en el futbol

La violencia está acabando con el futbol. La tensión vivida en Monterrey —previo al clásico regio— fue insoportable. Imágenes de una brutal golpiza a un aficionado, apuñalado y apedreado, no son más que el síntoma de que en el balompié mexicano nadie trabajó para evitarlo.

Es un tema al que siempre le dan la vuelta directivos y ejecutivos de los equipos, como si al no mencionarse no sucediera. Fue terrible ver esas imágenes de un señor con camiseta de Tigres tirado en la calle, siendo cobardemente golpeado por otros tantos vestidos de Rayados. Es el futbol lo que provoca esto, y el futbol debe solucionarlo ya, no “hacerse de la vista gorda”.

Así como también es terrible ver a un automovilista intentando atropellar a una decena de aficionados a los Tigres, que lo único que hacía era caminar en la banqueta. La dejaron crecer y ahora no hay quién pare la violencia en los estadios, en sus inmediaciones y en todo lo que tenga que ver con este deporte en México. Insisto, no porque lo oculten, deja de existir.

El futbol mexicano no ofrece garantías de seguridad a los aficionados. Parece prohibido reconocer en las oficinas de la Liga MX la existencia de la incontrolable violencia. Hoy, se debate entre la vida y la muerte Rodolfo Manuel Palomo Gámez, quien sólo salió de su casa a tratar de disfrutar de un partido de futbol que se convirtió en maldito para él y su familia. Lo único que ha hecho este hombre moribundo es irle a Tigres.

¿Por qué no reaccionar en la Liga MX y suspender este partido por la alta violencia que generó? ¿Por qué no atreverse a tomar decisiones? ¿Quién se los impide? ¿Quién 
se los ordena?

El futbol en México está manchado de sangre y en vez de que las autoridades gubernamentales y ejecutivos de la Liga salgan a reconocerlo y encontrar soluciones inmediatas, sólo se echan la bolita. Como no pasó en el estadio Universitario, la Liga MX se lavará las manos cobardemente, como lo hace siempre. Sólo ha enviado un comunicado donde condena lo sucedido, no más. Por supuesto, los Tigres y los Rayados también, y las autoridades no tardan en decir que “se están reuniendo todas las pruebas para poder castigar a los culpables”, lo que quiere decir que no hacen maldita la cosa.

Esta semana viene un América-Guadalajara, un duelo pasional y que también se vio ensangrentado cuando se enfrentaron en la Liguilla del Apertura 2016.
Los irresponsables directivos del América dijeron que tenían que revisar las 50 cámaras del estadio, cuando todos los que pasaron por la rampa de acceso en la zona general del inmueble vieron la brutal golpiza a un aficionado de las Chivas, así como también los que estaban en la zona de palcos no podían creer cómo, por darse de golpes, estuvieron a punto de caer del tercer al primer piso del Estadio Azteca algunas personas. Ahí están los videos, muchos testigos de ese día, y nadie de la Liga MX o de las autoridades de la Ciudad de México hicieron algo al respecto.

Como este ejemplo, hay decenas y decenas, donde la falta de valor para reconocer un problema deja en evidencia a la Liga y al Gobierno, que permite que un deporte se convierta en una barbarie.

Twitter: @gvlo2008