J. Balvin, Kenny Rogers y Jackson Browne

El cantante argentino Diego Torres estrenó, apenas unas semanas después de los atentados de las Torres Gemelas del 2001, el tema que hasta el momento se destaca por sobre todos los de su discografía.

Esto sucedió con “Color Esperanza”, que sin ser en específico sobre aquel trágico evento que marcó al mundo contemporáneo, se convirtió por su letra orientada a buscar a través de la reflexión y la esperanza el lado positivo en tiempos difíciles en una especie de himno similar a lo que quiso hacer el reggaetonero J. Balvin con el estreno mundial de su más reciente álbum, “Colores” el viernes pasado para poder contrarrestar, en mucho o en poco, la situación de crisis mundial de salud que estamos padeciendo con la pandemia del coronavirus.

Viendo la oportunidad en momentos de crisis con un material que sin proponérselo en realidad resultó ser una especie de “vacuna musical” para estos tiempos de incertidumbre con un compilado de temas titulados con los nombres que van de colores cálidos a fríos y de brillantes a oscuros para transmitir diferentes estados de ánimo designando para cada uno de ellos un productor y un DJ diferente, una apuesta de la que solo el tiempo dirá qué tan exitosa o trascendental pueda resultar pero, de entrada, y sin ser en realidad un seguidor del tipo de música que Balvin interpreta, se agradece el gesto sobre todo en esta época que el mundo necesita mucho color.

En contraste total, el mismo viernes 20 fue el mundo de la música country el que sufrió una lamentable pérdida con la muerte a los 81 años de edad en su hogar en Sandy Springs, Georgia, el cantante de origen texano Kenny Rogers, quien tuvo su mayor auge musical entre las décadas de los 70s y 80s a través de populares temas como el de “The Gambler”, que todavía pudo escucharse el año pasado como parte de la banda sonora de la película del director Clint Eastwood nominada al Oscar “El caso de Richard Jewell”, y quien interpretó no menos exitosos temas con cantantes de la talla de Dolly Parton (quien dedicó un video a la memoria del cantante en redes sociales); la escocesa Sheena Easton y Kim Carnes, entre otros temas y discos más.

La muerte de Rogers que se informó fue de causas naturales, siguieron la de otros músicos de diferentes géneros pero no menor importancia como el saxofonista de jazz originario de Camerún, Manu Dibango, a los 86 años de edad en París Francia, víctima del coronavirus, así como Bill Rieflin, baterista de grandes agrupaciones como King Crimson, R.E.M. y Ministry, alos 59 años de edad, los dos el miércoles 25 de marzo, a causa de complicaciones del cáncer que padecía desde hacía ocho años. Descansen en paz.

Para terminar, y volviendo a la cruda realidad del coronavirus, el cantautor de folk rock norteamericano Jackson Browne de 71 años de edad dio a conocer a principios de semana que también había adquirido la enfermedad de la cual se recupera en su casa de Los Ángeles. Las mejores vibras hasta él.

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