Joyas con estilo único

A fin de dar a conocer su creatividad y gusto por el diseño, desde Culiacán, Sinaloa, Anne Sañudo Lelevier trae a Saltillo sus líneas de joyería “Anne S. Lelevier” y “Thalatha”.

Lo que comenzó como un hobbie, llegó a convertirse en el negocio que Anne utilizaría para dar a conocer su estilo único a través de todas las piezas que realiza, que resultan ser atractivas y agradables para todas sus clientas.

El gusto por el diseño surgió en Anne Sañudo desde que era una niña, por lo que siempre estuvo interesada en asistir a cursos de manualidades con joyería, aunque entonces era un nivel más bajo del que ahora se encuentra, según señaló.

Aunque siempre estuvo consciente de que era el diseño de joyas lo que más atraía su atención, decidió ingresar a la carrera de Administración de Instituciones, al egresar estuvo como empleada en diversas empresas.

Sin embargo, trabajar durante un tiempo en el área de su carrea, le hizo reflexionar que no era eso a lo que se quería dedicar toda su vida y decidió abandonar el trabajo para asistir a un diplomado de diseño de joyería en el Distrito Federal.

Esto, comentó a Domingo 360, resultó ser un cambio drástico tanto en el área profesional, como en el estilo de vida, pues tuvo que acostumbrarse a las diferencias que ofrece el D. F. respecto a Culiacán.

Sañudo comentó que, afortunadamente, desde que comenzó con la venta de sus joyas, ha tenido muy buenas experiencias y, en general, no fue difícil conseguir clientes a quienes venderle.

“Hay una boutique que se llama Bloom que está en México y que tiene dos sucursales. Ahí en realidad fue muy sencillo entrar porque llegué, me presenté y les gustó la joyería que tenía y comencé a entregarles luego, luego”, dijo.

Sin embargo, añadió que hubo otras tiendas en las que el proceso fue muy largo, complicado y, para poder venderles sus joyas, tuvo que ir a varias entrevistas, aunque siempre lograba lo que se proponía: hacer esa tienda su cliente.

“Cuando regresé a Culiacán, después de haber vivido en México siete años, lo único diferente fue que mis clientas ahora eran locales, lo que hice fue participar en muchos bazares navideños del día de las madres, para atacar el mercado local”, señaló.

Respecto a los precios, dijo, tampoco fue difícil, pues trató de fijar cantidades que a ella le convinieran, pero también que fuera justo para los clientes.

“Lo que he tratado de hacer es no incrementarlos mucho, porque la mayoría del material yo lo compro en Estado Unidos, entonces como ahora el dólar ha estado muy caro, muchas veces los precios suben, pero he tratado de mantenerme, para seguir en el mercado y ser competitiva.

Anne comenta que fueron sus amigas y familiares fueron sus primeros clientes, gracias a que ellos la recomendaban con sus conocidos, fue como comenzó a conocer más gente a quien venderle.

“Mis primeras clientas fueron mis amigas, amigas de mi mamá, tías y así, y luego ellas me recomendaban con sus conocidos, así fue como fui creciendo”.

Siempre actualizándose

Para poder lograr ser una de las principales vendedoras de joyas y que las clientas sigan prefiriendo comprar los productos de Anne sobre los demás joyeros, siempre debe mantenerse a la vanguardia y combinando a la perfección cada piedra o realizando diseños originales.

“Me gusta mucho ver revistas, consultar páginas en Internet, en redes sociales sigo a casas editoriales, entonces de esa forma me he mantenido siempre actualizada”, dijo.

Después del primer diplomado que llevó, con el cual surgió su inquietud por crear joyas novedosas, siguió llevando otros cursos de preparación.

Por el año 2012, estuvo en una escuela llamada Centro de Artes Plásticas, situada en el Estado de México, donde llevaba un curso de escaparates, es decir, la vitrina, vidriera o el espacio situado en la fachada de los establecimientos comerciales destinado a exhibir tras un cristal una muestra de los productos o servicios que se ofrecen en el interior. El escaparate contribuye tanto a la venta como a la buena imagen del establecimiento.

Llegó a saltillo

Luego de haber vivido siete años en el Distrito Federal, Anne regresó a Culiacán para estar más cerca de su familia, sin embargo, tiempo después conoció a Juan Carlos Torres, con quien se casó y regresó nuevamente a vivir al DF.

A Saltillo, dijo, llegó apenas en enero de este año, y respecto al negocio fue como empezar desde cero, pues aquí no conocía a nadie a quien venderle sus productos.

Considera que comenzar a vender sus joyas en Saltillo fue otro de los grandes retos en la trayectoria de su negocio, pues tuvo que conocer gente nueva para que fueran sus clientas.

Además, tuvo que volver a trabajar para identificar qué bazares hay en Saltillo para ofrecerles las piezas.

“Al principio se me hizo pesado, pero ahorita la verdad es que estoy muy contenta y poco a poco he conseguido clientas, no ha sido una pesadilla ni nada de eso”, expresó.

La estrategia que utilizó para facilitar el trabajo, dijo, fue buscar tiendas en Monterrey y ahorita está vendiendo en dos de ellas, una llamada Narcisa y otra Par La Roy. En Saltillo, dijo, tiene una chica que le ayuda a vender, a través de ella ha conocido clientes.

Explicó que la época navideña es de las más pesadas de trabajo, en las que dedica alrededor de siete u ocho horas al día diseñando o armando sus piezas.

“Es chistoso porque la inspiración va llegando, es distinto en cada marca, en Anne S. Lelevier no diseño en papel, tengo cajas con piedras y las voy clasificando por colores, y voy armando la pieza a como se me ocurre y lo que mi imaginación me dice. De repente te sorprendes del resultado”.

La calidad, clave de su éxito

Anne comentó que si ha tenido éxito a lo largo de los cinco años en los que se ha dedicado a crear joyas, es gracias a la calidad de los productos que ofrece a cada una de sus clientas, tanto en el material como en el diseño.

Proyectos a futuro

Para Anne su negocio de joyas se ha convertido en algo muy importante, comentó que le da gusto ver cómo va creciendo, sin embargo no quiere quedarse vendiendo solamente en México, sino tiene expectativas de crecer, vender más cantidad y en otros países del mundo.

“Me encantaría seguir creciendo y vender en más tiendas, incrementar los puntos de venta, tal vez vender por Internet y en Estados Unidos, quiero seguir creciendo”, concluyó.

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