‘justicia o Justicia’
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¿Cómo se ha impartido la justicia (con minúsculas) en México? Valga esta metáfora desde la perspectiva del ciudadano común: este presenta su denuncia o demanda. La misma se transforma en juicio y entra a una caja oscura e incomprensible. De alguna manera es procesada en un tiempo indefinido bajo criterios jurídicos inexplicables por Magistradas y Magistrados quienes cariacontecidos trabajan desde sus oficinas del Tribunal. Pero de repente, ¡pum! aparece la respuesta o sentencia. Y humo blanco sale de algún lugar. Para el ciudadano común esta es la manera mágica (e inexplicable) del cómo funciona la justicia en México.
¿Cómo es posible impartir Justicia (con mayúscula)? Tenemos un ejemplo reciente en Coahuila que esperemos marque la diferencia en el tiempo.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Coahuila presentó una demanda contra el Ejecutivo por el Decreto que acota la movilidad de los coahuilenses durante la contingencia sanitaria.
La presidencia del Poder Judicial turna esta demanda al Magistrado Luis Efrén Ríos Vega. Como instructor tramitó todo el juicio en tiempo real en línea y acuerdo, por primera vez en la historia, una Convocatoria Pública para instalar mediante la figura del “amicus curiae” un debate público que democratice y transparente el debate judicial -desde una perspectiva de derechos humanos- para validar o invalidar el Decreto.
Se desarrolló una audiencia pública -transmitida en vivo por internet- con la participación de personas y/o organizaciones que desde distintos abordajes deliberaron de manera racional, plural y crítica para enriquecer la sentencia final.
Sus escritos de amicus se publicaron en línea. Entre los participantes estuvieron especialistas destacados como Miguel Ángel Presno, catedrático de la Universidad de Oviedo;
Jaime Cárdenas Gracia, exdiputado federal y exconsejero del INE; la Ibero y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro; María del Pilar Hernández del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; abogados del Fray Juan de Larios, el activista Víctor Alducin, personal de la Academia IDH, entre otros.
Esta es la Justicia (con mayúscula) pública, participativa, abierta y transparente y con perspectiva de Derechos Humanos que el ciudadano común se merece. No la otra.
Enhorabuena al nuevo Poder Judicial por arriesgarse a escuchar a la ciudadanía; ganarse su confianza e instituir estas prácticas como su columna vertebral en el futuro.
@canekvin