La conmovedora historia del 'Capitán Optimista', el pediatra de 36 años que trataba a niños con cáncer... y murió del suyo
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Siempre hizo frente a la adversidad con una sonrisa dibujada en la cara. El Capitán Optimista, Antonio Javier Cepillo, "Cepi", creía en la risa como complemento a la medicina para ayudar a los niños con cáncer, sin embargo, esta terrible enfermedad acabó con su vida el pasado dos de abril
El pediatra Antonio Cepillo era el capitán optimista. También era flautista, zar, brujo, regidor, deshollinador, aviador y tritón. Todos ellos, personajes en los que este médico albaceteño se metía para recetar a sus pacientes la mejor de las medicinas: la risa. Sus espectadores y compañeros de reparto en los musicales eran niños, pequeños hospitalizados en la planta de Oncohematología Pediátrica del Hospital General de Albacete.
Los Guachis, el proyecto de animación de este hospital que trabaja con niños que padecen cáncer, moviliza a pacientes, familiares, voluntarios y a profesionales sanitarios. Todo con un objetivo: olvidar la enfermedad o, al menos, dejarla aparcada durante un rato para divertirse y acumular fuerzas para seguir luchando. Antonio, más conocido como Cepi, era alguien especial, también el mejor embajador guachi. Este pediatra de 36 años estaba a ambos lados. Era médico, pero también paciente, desde que le diagnosticaron un tumor hace tres años. En sus dos facetas se implicó como nadie, por un lado, con los niños, y por otro, contra su enfermedad, que finalmente le acabó venciendo tras años de lucha.
Todo empezó hace cuatro años. El 6 de mayo de 2016, el joven Antonio Cepillo contaba emocionado, tras finalizar su formación como médico residente, que durante su tercer año de residencia en Pediatría se encontró con un bulto que no le dolía. De la noche a la mañana, se veía en la sala de espera de Oncología y, al otro lado, con un tumor. En ese momento, para él se detenía el tiempo y la vida, delante de un Aula Magna repleta en la Facultad de Medicina en Albacete. Allí mismo confesaba que nadie mejor que él sabía como un médico no debía tratar a un paciente. Ahora, él era ambos.
La labor de Antonio se remonta años atrás, de cuando aún era estudiante de la Facultad de Medicina de Albacete, pues se mantuvo trabajando como voluntario en diversos proyectos e incluso viajó a diferentes países en desarrollo para ayudar a niños con cáncer.
En 2017, fue premiado en la convocatoria de ‘Hospital Optimista’ y su premio más reciente lo recibió apenas el año pasado de manos de la Confederación de Empresarios, quienes lo felicitaron por su responsabilidad social y le otorgaron un premio en efectivo.
Antonio, además, compartió vestuario con Andrés Iniesta en el Albacete Balompié, y tanto el club como el futbolísta han querido despedirse del médico.
En cuatro horas, se lograron más de 5.000 firmas para que el hospital de Albacete pase a llamarse "Hospital Universitario Antonio Cepillo", en honor al fallecido pediatra. La petición, formulada en la página change.org y recogida por Europa Press, va dirigida al Complejo Hospitalario Universitario de Albacete y busca que el hospital lleve "el nombre de una persona que lo ha dado todo por la medicina, que ha puesto su corazón y su ejemplo para una buena praxis".
Con información de El Español