La felicidad de dar

Y empezó el año, y la por ya todos conocida cuesta de enero. Esos regalos extras que no debimos de haber comprado, o tal vez esa fiesta debió de ser menos lujosa u ostentosa de lo que fue, pero bueno, como bien decimos los mexicanos: lo bailado quién nos lo quita.

Enero, para mí siempre ha sido el mes de los proyectos y las metas. Pero también es cierto que es un mes difícil, porque todos estamos más gastados, y el flujo de efectivo, dinero, disminuye.

La pregunta del millón: ¿cómo obtenemos más dinero?, ¿cómo generamos más recursos? La respuesta más simple sería: trabajando más. Pero no siempre mayor cantidad de horas de trabajo, tal cual produce más dinero en nuestros bolsillos.

No me malentiendan, trabajar es muy importante. Para mí, uno de los valores más en los que debe sostenerse cualquier sociedad. Sin embargo, la cantidad de tiempo invertido en un proyecto o trabajo no siempre equivale a mayor capital económico, dinero.

Un sin número de economistas y financieros han escrito sobre cómo hacernos millonarios. Sí, cómo obtener más dinero, apostar en el sector inmobiliario, dicen algunos; en el financiero, dicen otros; ahorrar y planear como pilares de la economía familiar. Cada uno nos sentiremos identificados con algunas de las propuestas, que no son malas del todo, al contrario buenas, pero no siempre las seguimos al pie de la letra. Sin embargo, hoy quiero dedicar estas líneas a una propuesta diferente.

Arthur Brooks, presidente del Instituto Americano de la Empresa (AEI, por sus siglas en inglés) en una conferencia que ofreció en el Instituto Acton en Estados Unidos realizó una investigación para el desarrollo de su libro y encontró lo siguiente: mientras más dinero las personas donaban a causas, más ricos eran en los siguientes años. Sí, estás leyendo bien: mientras más dinero “daban o regalaban” (como algunas llaman a las donaciones), más dinero obtenían en los años siguientes. ¿Cómo es eso posible? Tener más dinero, mientras más dinero doy. Cualquier economista o financiero diría que no, él mismo asegura que no lo podía creer.

Brooks lo explica si tu este año das un dólar, ese dólar tendrá que ver con 3.75 dólares que ganarás más el próximo año, la relación está en la felicidad que produce ese dólar. Es decir, si la persona donaba ese dólar a algo que lo hiciera feliz, crea un círculo virtuoso: bajan los niveles de estrés, aumenta la efectividad, se volvían líderes en sus puestos de trabajo o recibían promociones, se involucraban en otras actividades que les daban nuevas herramientas y círculos de amigos, y es así como obtenemos más dinero cuando “damos” dinero.

Si bien yo me dedico a la sociedad civil desde hace más de 10 años, es la primera vez que a través de una investigación académica se comprueba este tipo de relación.  Ya no estamos hablando en términos morales o subjetivos, o tal vez en términos de lo que nos hace sentir aliviados o sin culpas, sino en términos cuantitativos y a través de dinero, invertir y apostar en causas sociales es redituable al mediano y largo plazo a nivel individual.

Así que, si ya lo estabas pensando, este es tu empujón completo de este año. Hay muchas formas de dar y ser parte de una causa. Aviéntate. La recompensa es grande en todos los sentidos. Involúcrate, actúa.

Se solicitan #CiudadanosdeTiempoCompleto.

@garciacecy_

ceci.garcia@dcamexico.org