La lucha por la supervivencia en 'La Luz del Fin del Mundo'

Siguiendo con la contingencia sanitaria que mantiene cerradas las salas cinematográficas, plataformas digitales como Cinépolis Klic ofrecen a la renta estrenos con temáticas relacionadas en la ficción a eventos de la realidad del último mes.

Ese es el caso de “La Luz del Fin del Mundo” (“Light of My Life”), segundo largometraje como director del actor ganador del Oscar Casey Affleck (por “Manchester al lado del mar”, de Kenneth Lonergan, del 2016) donde explorando ahora los terrenos del thriller y la ciencia ficción nos ofrece una historia para la reflexión que curiosamente liga un par de asuntos que, tanto en nuestro país como en el mundo, sacudieron a nuestra sociedad durante el mes de marzo: primero las marchas e incluso disturbios que se dieron a nivel nacional y mundial con motivo del Día Internacional de la Mujer el pasado 8 de marzo, y después por la pandemia del COVID-19 que nos mantiene en una doble cuarentena en casa cuando menos hasta finales del próximo mes de mayo.

En la tradición de filmes de ciencia ficción estrenados ya en este nuevo milenio como “Niños del Hombre” (Alfonso Cuarón, 2006) o “El Último Camino” (John Hillcoat, 2009), entre otros, “La Luz del Fin del Mundo” es una historia también escrita y protagonizada por el mismo Affleck en un futuro no muy lejano donde diez años después de una pandemia que ha diezmado a la mitad de la población mundial un padre (Affleck) y su hijo luchan por sobrevivir en el contexto adverso que los rodea.

Sin embargo, la lucha por la supervivencia se duplica por el hecho de que el supuesto “hijo” con el que viaja el padre no es él, sino ella, pero la hace pasar por hombre porque la pandemia que afectó al mundo estuvo relacionada directamente a las mujeres y por ello son vistas más que como el ser poseedor de ese inmenso don que representa el dar la vida como un peligro para lo que queda de sociedad y obliga al padre a valerse de todo lo que esté en su alcance para defender a “la luz de su vida” que es su hija.

Como lo mencionamos al inicio de este comentario “La Luz del Fin del Mundo” es el segundo largometraje como director de Casey Affleck después de su ópera prima que fue el falso documental “I´m still here”, del 2010, protagonizada por el hoy también ganador del Oscar Joaquin Phoenix, por lo que esta segunda aproximación lo revela como tanto como un realizador efectivo como versátil al moverse con buena fortuna en géneros diversos, y en este caso en particular con el reto de estar junto a la joven actriz debutante Anna Pniowsky interpretando a su hija Rag  a solas la mayor parte del tiempo en pantalla, lo que nos hace recordar incluso a talentos como el de Tatum O´Neal al lado de su padre Ryan al hacer su debut (y ganando el Oscar) en el clásico “Luna de Papel” (Peter Bogdanovich, 1973).

Como dato adicional, y hablando de elementos curiosos del filme, la actriz Elisabeth Moss (“El Hombre Invisible”) aparece brevemente a través de flashbacks como la madre de Rag en la trama.

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