La obesidad ¿es bonita o fea?

Hace un par de meses todos comentábamos el modo en que el famoso diseñador de moda Stefano Gabbana había insultado a Selena Gomez llamándola fea en un comentario en Instagram. En aquel momento, la frase del italiano hizo eco en todo el mundo, desde medios de comunicación tradicionales, pasando por espacios de opinión como este y terminando en redes sociales.

Llamar directamente fea a una joven de rasgos latinoamericanos es políticamente incorrecto en muchos niveles. Empezando porque el concepto de belleza es uno de los más subjetivos que existen y, por supuesto, por lo racista que resulta. Sin embargo, el sutil detalle que Selena agregó a su arreglo personal en la reciente Semana de la Moda en Nueva York, ha sido interpretado como una tardía respuesta a Gabbana.

Resulta que la actriz y cantante de 26 años acudió a un evento del famoso Fashion Week portando en el pelo un broche cuyos brillantes formaban la palabra “Ugly” que en inglés significa “Fea”. Medios estadounidenses dieron por un hecho que esto se trató de una respuesta directa al diseñador de modas italiano. Lo que resulta innegable es que demuestra una sana autoestima y un gran sentido del humor por parte de Selena Gomez.

Esta anécdota nos lleva a preguntarnos ¿por qué en nuestros tiempos nos estamos mostrando tan delicados e intolerantes con las críticas? Pues porque ahora todos tenemos la posibilidad de tener una imagen pública sometida a revisión y juicio. Con el internet y las redes sociales, todo el mundo (literalmente) tiene la posibilidad de ver y analizar nuestras fotografías y videos que publicamos como si estuviéramos obligados a hacerlo.

En otros tiempos los retratos que las personas se hacían eran los que capturaba un profesional en su estudio y eso sucedía, si acaso, una vez al año. Pero ahora todos tenemos en la mano una poderosa cámara de alta resolución, incluída en nuestros teléfonos, que no sólo nos muestra tal y como somos por fuera, sino que también desnuda nuestras almas mostrando diariamente nuestro estado de ánimo.

Por eso cuando alguien se atreve a decir que una celebridad admirada es fea, sus seguidores se sienten ofendidos porque se identifican con la vulnerabilidad de su estrella favorita. Por eso, en nuestros tiempos, pareciera que tenemos que callar nuestra verdadera opinión. Aún así, hay cosas que no deberíamos dejar pasar. En el reciente número de la revista Cosmopolitan aparece en portada la modelo y activista Tess Holliday en traje de baño.

Holliday tiene un rostro precioso y en todas sus imágenes luce maquillaje perfecto, peinados impecables y vestuarios muy sofisticados. Sin embargo, ella tiene un sobrepeso realmente abrumador. Por supuesto que ella es vocera de las causas que apoyan la autoestima y el no sentir vergüenza por nuestro propio cuerpo. ¡Y eso es genial! Pero tratar de ver como normal una condición que pone en riesgo la salud, es haber llegado a un extremo sumamente peligroso. La obesidad no debería ser motivo de discriminación, es cierto. Pero tampoco debe ser aspiracional. La salud es lo más importante y es justamente la que a todos trae belleza.