La reseña: Queda mucho por hacer
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“Lo mejor para dejar un novio es que ese día te despiertes guapa. Hoy es exactamente uno de esos días”.
La lectura de Listas, guapas, limpias de la periodista Anna Pacheco me ha suscitado ideas contradictorias que me gustaría exponer a continuación de forma muy resumida. Una de las consecuencias más evidentes del liderazgo feminista que estamos viviendo es el giro radical de la escritura literaria. Ha surgido una nueva generación que, impregnada de lecturas anglosajonas y consciente del reto que significa encarar la identidad femenina con los menos tapujos posibles, ha optado por un lenguaje muy expresivo y voluntariamente crudo para dar cuenta de una nueva realidad, la de jóvenes preparadas, inteligentes y comprometidas que se topan con la injusticia de su existencia. Nada ocurre como sus madres habían previsto. Apenas nada de lo que ocurre estaba previsto. De modo que todo —los estudios, la vocación, el dinero, las relaciones familiares, el sexo, la maternidad— les está ofreciendo unos perfiles inesperadamente ásperos y puntiagudos. ¿Es eso la vida, finalmente? ¿Un trabajo muy por debajo del que se puede hacer, un sueldo miserable y unas relaciones personales centradas en el móvil? Sin duda, la literatura es el espacio idóneo para elaborar esa frustración de la que todos somos conscientes.
Por: Ana Caballé
Listas, guapas, limpias
Anna Pacheco
Editorial Caballo
de Troya
2019
180 pp.