La resistencia

“La educación es la llave que nos permitirá sobrevivir y reparar la huella de nuestra existencia en la Tierra”.
Aforismo indígena.

Para nuestro País hoy es un gran día por la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas. A pesar de la marginación y de la discriminación de que son objeto, nuestros indígenas luchan por conservar su dignidad, su historia y sus costumbres ancestrales, su arte lleno de  magia y colorido, sus lenguas, sus bailes y su música.

Según el Gobierno federal hay en México más de 15 millones de población indígena; sin embargo, según la Encuesta Intercensal de 2015 hay 26 millones de hablantes de lenguas indígenas (Conapo); las entidades federativas con mayor población hablante de lengua indígena son Oaxaca, Yucatán y Chiapas, las tres acumulan el 42.6 por ciento del total, la variedad de lenguas indígenas nos da idea de la diversidad y riqueza cultural que posé nuestro País en estas etnias a pesar del escaso cuidado gubernamental por conservarlas y hasta la intención de abolir el multilingüismo para acceder a la “modernidad”.

No obstante algunas etnias, sin abandonar sus tradiciones, celebraron ya esta fecha con graffiti y tocadas de rock y ska en su lengua, así lo hizo la población otomí de Ixtenco, Tlaxcala; los muros de la Ciudad Deportiva fueron decorados con imágenes de  la serpiente emplumada y el escudo de  su pueblo.

Según la última  encuesta de Conapo, la fecundidad de las mujeres adolescentes indígenas es más alta que entre las mestizas, 82.8 nacimientos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años entre las primeras y 61.4 nacimientos entre no indígenas; el porcentaje de población indígena afiliada a alguna institución de salud es de 84.9por ciento y de población no indígenas es del 82.5.

Entre la población de 15 años y más, el 23.2 por ciento de indígenas son analfabetas, en la no indígena lo son solo 4.2, por lo que la brecha entre una y otra es de 19.0 por ciento; lo que llama la atención es que el analfabetismo es más alto entre hombres, 83.4 por ciento que entre las mujeres indígenas que tienen un 70.5; por otro lado, una de cada cinco personas indígenas cuenta con secundaria completa, mientras que las no indígenas es una de cada tres personas.

Además, sólo el 4.7 por ciento de los indígenas cuentan con una pensión o están jubilados, lo que nos da una idea del abandono y la pobreza en la que viven los adultos mayores de estas áreas geográficas. 

Una gran cantidad de pobladores indígenas emigran a los Estados Unidos o a las fronteras del norte de México y experimentan rápidos procesos de aculturación, de manera que cuando regresan a sus lugares de origen, que siempre lo hacen aunque sea temporalmente, reconstruyen sus casas tal como las de los lugares en los que viven como migrantes y procuran instalar la infraestructura, luz, agua, pavimento, promueven también la educación y la salud para sus hijos y adultos.

Los rezagos de las etnias originarias son inocultables, esta semana Enrique Peña Nieto estuvo en Chiapas y propuso que ante la insuperable pobreza el Gobierno abandonará el asistencialismo y promoverá que haya más inversión e industrialización; lo malo es que los indígenas se quejan de que al industrializar les arrebatan sus recursos, el agua, la tierra y la flora y contaminan el  medio ambiente, por ello se resisten a la llegada de las industrias.

Las etnias de este País, con la ley en la mano y con organización seguirán en  resistencia defendiendo su autonomía, sus derechos y sus territorios porque ya saben que el gobierno de Peña lo que quiere es entregarlos a las trasnacionales y a los ricachones secuaces del clan Salinas de Gortari.