La unión de lo diferente
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TEMAS
LOS DOS PAPAS
Tiene valiosa técnica cinematográfica.
Fondos musicales muy originales y variados. Diálogos ágiles e inteligentes. Las actuaciones tienen grandes aciertos. Se manejan los tiempos ágilmente metiendo escenas pasadas en los diálogos presentes. Toda la ambientación es evocadora y sugestiva de las épocas de Argentina y de los hechos en Roma y el Vaticano. Los movimientos de cámara en las escenas de la elección pontificia, combinados con la multitud atenta al color del humo en tomas exteriores.
Se presenta la humanidad, la amistad, los conflictos de conciencia, las aficiones musical y deportiva de ambos personajes, con escenas de gran naturalidad, cancelando formalidades. Ayuda a desmitificar y a comprender los grandes desafíos de quienes asumen encomiendas uniendo sus debilidades a la gracia de Dios... En tensión, siempre, en la vida de la Iglesia: la firmeza de la verdad y la intrepidez de la caridad misericordiosa. La historia, que todos entendemos muy bien como propia, de dos pecadores arrepentidos que reciben el perdón divino sacramental... Cinco estrellas... salvo mejor opinión...
LOS DOS AÑOS
Se acerca el año veinte-veinte. Prepara su despedida el veinte-diecinueve.
Dos años llevará el siglo veintiuno de haber cumplido mayoría de edad.
En el año veinte-veintiuno se dará el empate: año 20-21 en siglo 21. Los fabulosos años veinte fueron los del pasado siglo veinte. Esperemos que el año veinte-veinte inicie otros más fabulosos años veinte.
Un año que va terminando se acerca al nacimiento del que va a empezar. El dos mil diecinueve se va contemplado desde muchos ángulos. Como todos los años, tiene luces y sombras. Hay quien ve el nueve como seis al contemplar sus 12 meses, y no se equivoca porque está en la otra orilla del río y desde allá se ve como seis todo lo que es nueve.
El que perdió tiene razón al condenarlo desde su propia perspectiva. El que ganó también acierta porque sólo califica su provecho.
La mirada pesimista verá siempre el vacío y no el medio llenar. Sólo recordará lo calamitoso y olvidará las euforias de los logros y los avances. El optimista usará el filtro que deja atrapado lo negativo y deja pasar lo festejable. Al final de los trescientos sesenta y cinco días, todos podemos decir “gracias” y también “pudo ser mejor”.
Está ya vivido el dos mil diecinueve y la mirada está puesta en el año veinte-veinte. ¿Podrá esta inauguración de años veinte tener la misma fábula de los del siglo pasado, que también fue veinte? Esperamos que los veinte del siglo veintiuno superen, en nivel de gloria, a los que siguen siendo emblemáticos en muchas evocaciones y nostalgias contemporáneas.
LOS DOS MÉXICOS
En la bipolaridad coyuntural no sólo encontramos lo pontificio y lo cronológico sino también lo antropológico y lo sociológico. Surge también un binomio. Se da una polarización. Se subraya una tensión entre lo diferente. Se genera la oposición y se impulsa la separación descartando la posibilidad de una complementación. De la unión de lo diferente y aún contrario surgen, en el universo, realidades tan espléndidas como la luz y la vida. Sin embargo, se perfilan dos Méxicos: los que dicen “crecimiento” y los que dicen “distribución”; los que dicen “promoción” y los que dicen “control”, “los que dicen rectitud” y los que dicen “permisión”. Y sigue la secuencia de las polaridades en actitudes recíprocamente descalificadoras y excluyentes.... ¿Serán estos años veinte que vienen los que cambien el grito de: “¡viva! por el de: “¡vive México!”?...