La vida sigue y por eso Reyes se queda en casa
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Les platico que la respuesta que recibí del Secretario de Extensión y Cultura de la máxima casa de estudios de Nuevo León fue: “Ya se cancelaron los siguientes dos conciertos”. Lo que ocurrió después fue que toda la temporada fue pospuesta debido a que comenzaron los llamados del gobierno federal a guardar eso de “Susana Distancia”.
Cuando la pandemia apenas llegaba a epidemia y los primeros casos del corona virus aterrizaban en Monterrey - la mayoría procedentes de Vail, Colorado - recuerdo que le envié un mensaje a mi amigo Celso José Garza Acuña en éstos términos: ¿Por qué no ofrecen un concierto a puerta cerrada de la Orquesta Sinfónica de la UANL, con todos los músicos luciendo tapa bocas y a prudente distancia unos de otros, y lo transmiten a través del canal oficial de la Universidad?
Les platico que la respuesta que recibí del Secretario de Extensión y Cultura de la máxima casa de estudios de Nuevo León fue: “Ya se cancelaron los siguientes dos conciertos”. Lo que ocurrió después fue que toda la temporada fue pospuesta debido a que comenzaron los llamados del gobierno federal a guardar eso de “Susana Distancia”.
Por cierto, me choca el afán de este gobierno como lo fue de los otros, de ponerle a todo nombres que según ellos sirven para llamar la atención de la gente; a lo mejor lo logran, pero también consiguen que muchos se pitorreen, porque lo esencial no es que se fundan el coco pensando en títulos de programas, sino que se apliquen en resolver los problemas que nos aquejan. En fin, muy su gusto y muy sus ganas.
A lo que iba: El confinamiento en el que muchos nos encontramos trabajando en Total Home, es roto por algunos indisciplinados que por necesidad o necedad siguen deambulando -seguimos, kimosabi, como le decía Toro al Llanero Sanitario, perdón, Solitario- por calles que no terminan de aparecer lo desiertas que López Gatell quisiera.
Me gustó mucho el título de “Reyes se queda en casa” y más me gustó el programa con 70 horas de programación en vivo y grabada que la UANL va a transmitir del 14 al 31 de éste mayo a través de herramientas digitales para conmemorar el 131 natalicio del llamado con toda justicia, “Regiomontano Universal”, Alfonso Reyes.
Platiqué con Celso José y me dijo expresó su certeza de que muy pronto se volverá a sentir y vivir toda la emoción y la sensación, la experiencia, del encuentro con el arte de este foro emblemático de la Universidad.
Por lo pronto están temporalmente sin programación, sin conciertos, puestas en escenas de teatro y danza, ni ponencias literarias; sin la presencia y el aplauso del público. Esto se extraña tanto como los anaqueles vacíos de cervezas de las tiendas o las veladas en una buena mesa de restaurant, o una película con palomitas en Cinépolis o Cinemex.
Se extraña en Monterrey porque gracias a la buena conducción de la cultura por parte de Celso José en la UANL y de Ricardo Marcos en CONARTE NL, antes de la pandemia vivíamos un boom de actividades de ese tipo en la capital del Estado.
En cambio, para nada se extraña en San Pedro Garza García desde que llegaron Miguel Treviño a la alcaldía y Martha Sañudo a la secretaria de Cultura, Deporte y Educación, pues se extinguieron los eventos artísticos y no se les ha ocurrido algo como el festival “Reyes se queda en Casa” para compensar su inacción al respecto.
Desde finales de marzo, las redes sociales de “Cultura UANL” ofrecen contenidos artísticos, con la complicidad de los artistas universitarios, y los empeños de las diversas instancias de la Secretaría a cargo de Celso José: Orquesta Sinfónica, Editorial, Desarrollo Cultural, Bibliotecas, Capilla Alfonsina, Centro de las Artes y Humanidades e Historia.
El festival “Reyes se queda en casa” viene a ser la culminación de esos esfuerzos y promete estar la mar de entretenido, por la gran diversidad de eventos de su cartelera, a saber algunos como botón de muestra:
Los ganadores del Premio Cervantes, Elena Poniatowska y Sergio Ramírez. Las conferencias de Luis García Montero, Juan Villoro, Javier Garciadiego y lecturas a cargo -entre otros- de Beatriz Gutiérrez-Müller.
Mi consentida, la Sinfónica de la UANL, comandada por el General de División Eduardo Diazmuñoz, rendirá tributo al personal médico de NL y la soprano Yvonne Garza ofrecerá un recital que será grabado en el Aula Magna del Colegio Civil.
Habrá un homenaje al recientemente fallecido juglar Oscar Chávez a cargo del Grupo “El Tigre” y “El Gran Silencio” ofrecerá un concierto, lo mismo que la argentina Loli Molina. Luis María Pescetti dará un recital especial para niños.
En la parte escénica, habrá monólogos de la Compañía del Taller de Teatro Experimental de la UANL, Brujería de Papel, Foco Teatro y Ñaca Ñaca, entre muchas otras propuestas diseñadas especialmente para transmitirse en las redes sociales.
“En estos momentos de aislamiento, la cultura nos acerca, nos une, nos permite sentirnos sin distancias; proporciona calidez y esperanza en este confinamiento. Si la Ciencia y la Medicina nos darán la cura al COVID-19, la Cultura y el Arte nos permitirán resistir mientras llegue la vacuna, para luego confirmarse como imprescindibles para vivir”, me dijo Celso José.
Les invito a consultar en las redes de Cultura de la UANL toda la programación de este inédito festival que nos permitirá dejar por momentos -eso espero- la euforia noticiosa que parece haber convertido a cada mortal con celular, en un corresponsal de noticias que de tantas que son, pierden profundidad, contexto y trascendencia, ante la absurda inmediatez de nuestros días.
Los planes de la UANL son reanudar la llamada “Nueva Normalidad” -incluyendo las clases en persona- entre septiembre y noviembre próximos y mientras tanto, debemos ser inteligentes, sensibles, pacientes y pertinentes. Arre.
CAJÓN DE SASTRE
“Entonces, que se abra el telón, aunque sea virtualmente”, dice la irreverente de mi Gaby.