Locomía, un grupo rodeado por la tragedia
Con los recientes fallecimientos de dos de sus exintegrantes la agrupación pop vuelve a ser centro de atención
En el mundo del rock hay quienes hablan de la maldición de Los Ramones o la maldición de los 27. A estas coincidencias siniestras ahora podría sumársele la tragedia que recientemente se ciñe sobre el grupo español Locomía.
En el caso de Locomía sería apresurado hablar de maldición, pero el fallecimiento de dos de sus exintegrantes en menos de un mes ha puesto a la agrupación ibérica en el centro de todo tipo de especulaciones.
Las noticias de los fallecimientos de Santos Blanco el pasado 15 de junio y de Frank Romero el 16 de julio resultaron (además de sorpresivas) irónicas, pues a diferencias de las leyendas de la música que han muerto a los 27 año de edad los ibéricos eran hombres sin ningún problema de salud aparente y con una vida alejada de los excesos de una estrella de rock.
La muerte de Santos fue natural, en un albergue de Gijón, durante sus horas de sueño; por su parte, la de Frank, se debió a una bacteria cerebral de acción fulminante, publicó el diario El Mundo.
Originalmente, Locomía fue un grupo de animación surgido de la escena de discotecas de Ibiza, pero a partir de 1989 dieron un un giro a su perfil como intérpretes de ritmos de house, pop mediterráneo e italodisco. Básicanmente, eran una boyband, pero con una evidente imaginería gay.
Por su parte, Santos y Frank nunca coincidieron en Locomía ni compartieron escenario, ya que la agrupación jamás tuvo una formación estable, así que lo único que les unía era la marca. No obstante, ambas muertes han acabado por reunirlos en un solo tópico debido a lo curiosamente cercano de las fechas de los decesos
