‘Los duros’, el grupo radical de AMLO busca reagruparse tras el fracaso en elecciones del 6 de junio
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Sheinbaum engañó a AMLO y se dejó timar con encuestas que resultaron un desastre.
Los duros es un círculo radical cercano a Andrés Manuel López Obrador, y que fueron los grandes perdedores en las elecciones del 6 de junio, está haciendo una purga de moderados, ya que cerraron filas para reagruparse y evitar que siga perdiendo fuerza.
De acuerdo con la columna de Raymundo Riva Palacio, publicada por Vanguardia, sus acciones van desde el desplazamiento de cuadros que habían servido como atemperadores del mal humor de AMLO, hasta la intensificación de ataques y difamaciones de su mal humor.
Menciona que quienes encabezan estas acciones son Alejandro Esquer, secretario particular de AMLO, y Jesús Ramírez Cuevas, su vocero.
Añade que el primer expulsado de Los duros, fue Gabriel García Hernández, quien durante años trabajó con AMLO en estrategias electorales y recientemente como coordinador de los superdelegados.
A García Hernández lo hacen responsable de la derrota electoral en la Ciudad de México, sin embargo, Riva Palacio asegura que la culpa es de Claudia Sheinbaum, ya que estuvo alimentando información errónea a AMLO.
Sheinbaum engañó a AMLO y se dejó timar con encuestas que resultaron un desastre.
El otro expulsado fue Lázaro Cárdenas, coordinador de asesores de AMlO, quien trataba de atemperar el mal humor del presidente y alertar cuando consideraba que sus acciones serían contraproducentes.
Cárdenas no perdió el cargo, pero su equipo fue removido de Palacio Nacional.
La derrota electoral en la Ciudad de México, bastión de la izquierda desde 1997 fue la sacudida, al regresar a Morena a los niveles de apoyo previo a 2018, pero con tendencia a la baja. No ha digerido López Obrador la incompetencia política de Sheinbaum y no le dará una segunda oportunidad.
Para mantenerla como su sucesora reagrupó al equipo que lo ha acompañado desde los 90’s, reforzándolo en lo político y en la propaganda.
La estrategia es mantener el 34% de voto leal que aún tiene, y evitar que sus adversarios electorales puedan minarlo, alcanzarlo o rebasarlo. Para ello necesita más polarización y más radicalización.
