Los hombres también sufren acoso en Saltillo
Al cuestionar a transeúntes hombres, algunos mostraban pena o bochorno al abordar el tema
A pesar de que en Coahuila el acoso sexual es un delito castigado con multa y de 1 a 4 años de prisión, sigue siendo experimentado todos los días por los saltillenses mientras transitan en espacios públicos.
Prueba de ello son los últimos tres casos de acoso registrados durante los últimos días en diferentes sectores de la ciudad. Al respecto VANGUARDIA se dio a la tarea de sondear entre los ciudadanos sus experiencias en torno al fenómeno social.
“Lo más común es que te chiflen, te hagan señas o toquen el claxon de sus autos mientras tú caminas por la acera, creo que la mayoría de las veces son hombres ya mayores”, señaló Adriana.
Al cuestionar a transeúntes hombres, algunos mostraban pena o bochorno al abordar el tema, como José Javier, de 21 años, quien se limitó a narrar sin expresar cómo se sintió al ser acosado: “Sí me ha pasado con ambos sexos. El más fuerte fue cuando un joven de aproximadamente 30 años se me insinuó y persiguió durante varias calles, sólo caminé hasta perderme de su vista”.
EL TRANSPORTE, EL SITIO ‘IDEAL’
Por su parte, Marisa relató que incluso la han acosado delante de su madre: “Un día caminaba por el centro con mamá, pero un señor comenzó a decirme cosas en un tono grotesco. Nosotras sólo nos alejamos, sentíamos que no podríamos hacer nada”, dice molesta.
Los camiones del transporte público también son lugares recurrentes para los acosadores, quienes se aprovechan de las condiciones de cercanía durante el viaje, tal como relata Dulce: “Me han acosado muchas veces en el camión. Un día un chavo me quiso tocar la boca cuando compartimos asiento, me bajé y me siguió hasta la Facultad de Jurisprudencia, casi no había gente por ser sábado, pero al ver al guardia por fin se marchó”.
Esta agresión puede abarcar desde los comentarios lascivvos, acercamientos, tocamientos y la toma de fotografías como les pasó a Daniela y Jaqueline: “Caminábamos por el Teatro de la Ciudad cuando dos hombres mayores nos tomaron fotos y nuestra única reacción fue alejarnos”.
