Los nubarrones de Riquelme
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Inició Miguel Riquelme su sexenio entre chubascos colmados de lluvia y granizo. Por eso, precavido, tomó protesta con impermeable y paraguas, el pasado viernes 1 de diciembre. Imposible culparlo. Luminosos relámpagos y negros nubarrones sobrevuelan su incipiente Gobierno.
El nubarrón de un cambio en la economía automotriz por la modificación o extinción del Tratado de Libre Comercio está cargado de límites a las metas esperadas de inversión y empleo para Coahuila.
El nubarrón de gobernar Coahuila a partir de 2018 con un Presidente de la República de Morena (Andrés Manuel López Obrador) o del Frente Ciudadano por México (Ricardo Anaya Cortés) está cargado de angustia e incertidumbre para el mismo Riquelme y su equipo de trabajo.
El nubarrón de la fractura social entre coahuilenses está cargado de la exigencia por edificar una legitimidad sólida a partir de la unidad de su Gobierno con los coahuilenses.
El nubarrón de la inseguridad está cargado de asedio y venganza por clavar de nuevo sus fauces en nuestros cuellos.
El nubarrón de la deuda heredada por Humberto Moreira está cargado de clases medias y altas, localizadas mayormente en Saltillo y Torreón, dispuestas a ejercer una vigilancia, perruna y sin amnesia, para aclarar el destino de la misma.
El nubarrón colmado de transparencia y rendición de cuentas, cual exigencia generalizada, está cargado de dudas y desconfianzas.
El nubarrón de la deuda de los últimos 12 años, más allá de su inminente renegociación, está cargado de impactos en los alcances de su Plan Estatal de Desarrollo 2017-2023.
El nubarrón del Congreso Estatal está cargado de una oposición en año electoral, dispuesta a incendiar el mínimo “infiernito” para sacar rentabilidad electoral.
El nubarrón de su Gabinete recién nombrado, salvo honrosas excepciones, está cargado de recelo respecto a su capacidad para responder a la complejidad de los retos de Coahuila.
Empieza a lloviznar. Estalla la sinfonía de relámpagos iluminados, mientras las nubes intentan contener la tormenta de agua y granizo sobre Coahuila.