Luis Fernando: El momento antes…

¿Qué sucedió para que Luis Fernando Salazar Fernández –excandidato morenista a la Alcaldía de Torreón– decidiera que su padre Luis Fernando Salazar Woolfolk lo reemplazara?

Con rostro angustiado están Tanech Sánchez (delegado político de Morena); Luis Fernando Salazar Fernández; Reyes Flores Hurtado (delegado Estatal del Gobierno Federal) y Carmiña Fernández (madre de Luis Fernando).

Los cuatro están en un “war room de estrategia electoral” plagado de posters de Luis Fernando –con tenis, vestimenta y corte de pelo estilo chavo banda– y de cinco grupos emblemáticos de cumbias laguneras: Chicos de Barrio, Tropicalísimo Apache, Super Combo, Los Capi y Sonora Everest.

Carmiña: Ya valimos madre. Seguro la Sala Regional Electoral no ratificará la candidatura de “mijo” porque decidirá como el Trife en el caso de Salgado y Morón por no presentar sus gastos de precampaña.

Tanech (piensa): Chingaos. Ya se cayó la Regiduría de mi esposa.

Reyes permanece callado y piensa: No se hagan bolas, esta era una candidatura perdida desde el principio.

Luis Fernando (LF): Usemos el plan b con Estrella Salas (la candidata de la UDC que declinó a favor de Salazar).

Carmiña: No jodas, “mijo” esa no levanta ni una polvareda en tiempo de sequía lagunera.

Tanech: Tampoco podemos darle más poder al indeseable chapulín de Lenin Rivera (líder moral de la UDC).

LF: Y tú, Reyes, ¿no te animas?

Reyes: (piensa: ni de pendejo) Ya estoy comprometido para sustituir al ingeniero Guadiana en el Senado (hace changuitos con los dedos de las manos, las piernas y los dedos de los pies, por debajo de la mesa, para que Guadiana triunfe en Saltillo).

Carmiña (emocionada): Urge encontrar alguien como tu, “mijo”: joven, galán, sensible, intenso, apasionado, capaz de mimetizar el comportamiento y la imagen de los chavos de la perrada del Poniente de Torreón. En suma: “un candidatazo” (y piensa: uno como tu hijazo de mi vidaza).

Reyes (en actitud institucional): Consultémoslo con los militantes.

LF (cortante): Ni madres. No lo hicimos para que fuera su candidato. Menos ahora en una situación de emergencia. Ellos harán lo que Mario (Delgado) les diga.

Tanech (piensa): Chingaos. Ya se cayó la Regiduría de mi esposa.

Carmiña: Piensen: ¿cómo le hacemos para mantener la marca electoral “Luis Fernando Salazar” que es irremplazable por su vocación triunfadora?

Todos callan en total desconcierto. Pasan seis minutos: Desde los posters, Luis Fernando y las bandas cumbieras observan los designios de la historia.

Carmiña (desesperada y resignada): A ver, “mijo” háblale a tu papá. ¡Pero en chinga!

El resto es historia.