Policía de Sahuayo ya había sido amenazado, dice Aureoles
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El Mandatario dijo que el homicidio está relacionado a las incursiones de las bandas delictivas de Jalisco
MICHOACÁN. El subdirector de Seguridad Pública del municipio de Sahuayo en el Estado de Michoacán, ya había recibido amenazas previo a ser asesinado el pasado sábado mientras transitaba por el municipio de Jiquilpan, por lo que el atentado debe ser esclarecido, aseguró el Gobernador, Silvano Aureoles Conejo.
“Se está investigando, hay varias líneas a seguir, pero lo que cobra fuerza es que los responsables de este asesinato, que vamos a dar con ellos muy pronto, son gente del vecino estado de Jalisco, ya tenía algún antecedente el subdirector de amenazas, lo extraño ahí es que se quedó sólo”, señaló el Gobernador del Estado de Michoacán.
El mandatario michoacano señaló que el homicidio está relacionado a las incursiones de las células delictivas del estado de Jalisco. Por lo que reiteró la presencia policial en la región Ciénega del estado y los límites territoriales entre ambas entidades.
“Los intentos son en la frontera, una amenaza permanente, por eso estamos reforzando la presencia allá y yo espero en las siguientes semanas de aquí a diciembre tener concluida la presencia del cuartel de la Policía y la sede alterna de gobierno porque vamos a reforzar en esta región la vigilancia y la seguridad”, dijo Aureoles Conejo.
REFORZAMIENTO
Cabe señalar que el jefe del Ejecutivo en el estado recordó que a partir de diciembre se montará un reforzamiento policial en la zona y se contará con sedes regionales de la Policía Michoacán, misma que se distribuirá por las demarcaciones que impliquen un foco rojo en materia de delincuencia organizada.
El gobernador del estado de Michoacán detalló que “son originalmente nueve sedes regionales de la Policía y seguramente agregaremos una de la Costa en la parte de Aquila y Coahuayana”.
Cabe señalar, que el occidente michoacano en sus límites con Jalisco, es zona de conflicto entre el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y las células delictivas que quedaron de los ahora extintos Caballeros Templarios, quienes luchan entre sí por el control del trasiego de drogas y sustancias ilícitas.