Mariguana: rumbo a la despenalización
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Ayer se llevó a cabo en Saltillo el tercer foro del Debate Nacional sobre el Uso de la Mariguana al cual ha convocado el Gobierno de la República y que tiene como propósito discutir los pros y contras de la eventual despenalización en el uso de esta planta y sus derivados.
Con la participación de un importante grupo de especialistas —de México y los Estados Unidos— y la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en el foro se formularon numerosos planteamientos sobre aspectos regulatorios y económicos del uso de la mariguana con fines lúdicos y terapéuticos.
Los expertos convocados expusieron argumentos legales, médicos y clínicos, así como los datos relativos a la experiencia que en otros países del mundo se ha tenido a partir de la prohibición y la permisión absolutas en el uso de la cannabis.
De acuerdo con los datos presentados en el foro, parece evidente que el mayor interés que ha despertado la discusión convocada por el Gobierno de la República está relacionado con las posibilidades que implica el uso recreativo de la mariguana, pues en el apartado de los propósitos terapéuticos las posibilidades son más bien escasas.
Y es que según los médicos participantes en el ejercicio, salvo casos aislados, cuya incidencia los vuelve despreciables en términos estadísticos, no existen dolencias cuyo tratamiento dependa en exclusiva del uso de esta hierba a la cual se le reconocen propiedades medicinales.
Así pues, el debate claramente debe enfocarse en el uso recreativo de la droga, pues ha sido justamente esa arista del fenómeno la que ha provocado la discusión que ahora se tiene en México.
Y es que, como se recordará, fueron cuatro ciudadanos mexicanos quienes interpusieron —y ganaron— un amparo para producir y consumir su propia mariguana, con fines puramente lúdicos, alegando que debía reconocérseles el derecho a realizar tal actividad pues, aún siendo dañino para la salud el consumo de la hierba, tal decisión se encuentra dentro de las libertades que permite el derecho a la libre recreación de la personalidad.
Que la Suprema Corte de Justicia de la Nación les haya dado la razón implica que la puerta ha sido abierta al reconocimiento de que el consumo de mariguana debe ser regulado por las normas públicas y ello nos colocaría en un punto en el cual la discusión debiera orientarse ya no a determinar el qué, sino más bien el cómo.
Los foros de consulta organizados por el Gobierno de la República tendrían que servir entonces para ir definiendo la ruta hacia una realidad que parecía impensable hace apenas unos meses, pero que se ha instalado como una posibilidad muy real a partir del criterio establecido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación: la despenalización del uso de la mariguana podría ser sólo cuestión de tiempo.