Matamoros: la esperanza de los bonos
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La semana anterior analizamos en este espacio la decisión del Ayuntamiento de Matamoros (municipio bautizado por su alcalde como “La Esperanza de Coahuila”) de regalarse –así como al secretario del Ayuntamiento, al tesorero y al contralor municipales– una “compensación vacacional”.
Enumeramos entonces diversas irregularidades cometidas por los miembros del Cabildo encabezado por Horacio Piña y calificamos de desvergüenza la forma en la cual han intentado justificar el autorecetado bono.
En la semana transcurrida desde nuestra colaboración anterior han quedado probadas, sin espacio alguno para la duda, las auténticas razones por las cuales los funcionarios matamorenses decidieron gratificarse con el bono, razones entre las cuales no figura el altruismo.
La prueba fundamental es el acta de la sesión de Cabildo del 17 de julio pasado y hecha pública en la semana. En dicho texto se contiene la confesión puntual de un conjunto de individuos a quienes los postulados de la T4 (transformación de cuarta) y las diarias homilías de su líder supremo les tienen sin cuidado.
Primer punto: ¿cuál fue la razón por la cual la sesión se realizó a puerta cerrada y no se transmitió en vivo como lo acostumbra ese Ayuntamiento?
En la segunda página del acta aparece lo dicho por la regidora Azálea Itzel Huitrón, luego de someterse a consideración el orden del día por parte del secretario del Ayuntamiento. La regidora cuestionó justamente la razón por la cual no se estaba transmitiendo la sesión.
Las respuestas al cuestionamiento de la regidora Huitrón no aparecen en el acta, aunque sí el señalamiento de haber existido “varias intervenciones”, tras lo cual se sometió a votación si se transmitía o no, obteniendo mayoría –13 votos– la opción de no transmitir.
Segundo Punto: ¿cuál era el motivo para entregar el bono? En diversas declaraciones, tanto el alcalde Piña como otros funcionarios, han expuesto la “necesidad” de recursos para “apoyar” a las familias matamorenses con motivo de los gastos extraordinarios del regreso a clases.
Tal especie aparece en el acta de Cabildo en voz del décimo segundo regidor, Brisli Eduardo de Jesús Barker Medina, quien, de acuerdo con el acta de Cabildo, comprometió el uso de los recursos “en apoyos para la gente en útiles escolares, inscripciones, entre otras cosas”.
Y como “otras cosas” es un cajón de sastre, resulta ilustradora una declaración realizada por el secretario del Ayuntamiento a El Siglo de Torreón, publicada el pasado 20 de julio. Cuestionado sobre el destino del dinero y si él lo utilizaría en la educación, el funcionario dijo:
“Yo tengo tres hijos. También para lo que necesiten, para la educación de mis hijos, ahora sí que es la aportación que me da el Municipio a mí como servidor público, a lo mejor no, todavía no lo sé, no lo he pensado en eso; no lo esperaba…”. Todo un poema.
Por lo demás, como ya se comentó aquí la semana anterior, en el acuerdo de Cabildo no existe señalamiento alguno respecto de las razones ni el uso de los recursos, porque no había necesidad de ello: a los funcionarios se les entregó el dinero como parte de su salario y el salario no está sujeto a comprobación.
Seguramente por ello, y ante el escándalo desatado por el hecho, el sábado anterior los integrantes del Cabildo de Matamoros se desdijeron y tomaron un nuevo acuerdo –ahora sí en público– para devolver el dinero… aunque no tienen muy claro cómo van a hacerlo.
¿Devolver el dinero es suficiente? En términos del daño patrimonial, sí. En términos del incumplimiento de sus funciones, no. Habrá necesidad por ello de volver nuevamente al tema.
ARISTAS
El acta de la sesión de Cabildo del 17 de julio no solamente demuestra la certeza de los cuestionamientos sobre el “bono”. También proporciona al menos otra joya sobre los usos y costumbres de la T4: la concesión de la Feria de Matamoros 2019.
De acuerdo con el documento, el segundo asunto general tratado en aquella fecha –inmediatamente después del bono– fue “llevar a cabo la concesión de la tradicional feria de la ciudad de Matamoros a través de una designación directa”. El acuerdo, sin embargo, va más allá, pues implicó ¡dejar en libertad al Presidente Municipal para designar a quienes él prefiera como integrantes del Comité Organizador!
Es decir, se asume la necesi
Será tal vez porque, en los nudad de otorgar una “concesión”, porque se trata de una actividad lucrativa, pero no se considera indispensable realizar un concurso o un proceso capaz de garantizar el destino de las potenciales ganancias de tal evento.evos tiempos del País, los líderes de las comunidades gobernadas por la T4 no requieren de tales engorros para garantizar los intereses colectivos.
¡Feliz fin de semana!
@sibaja3
carredondo@vanguardia.com.mx