Matrix
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Se dará cuenta de que Trump vive en una especial de ‘Matrix’ personal con su propia realidad, una que es paralela y alternative a la que todos vivimos
Usted probablemente recuerde la película de ciencia ficción “Matrix”, una cinta dirigida por los hermanos Wachowski que fascinó e intrigó a tantos, y cuya trama fundamental es que el mundo tal como lo conocemos es tan sólo una ilusión y que los seres humanos viven engañados en una realidad virtual generada por “Matrix”. Una realidad falsa en donde todo lo que los humanos ven, sienten, huelen y oyen es parte de esta construcción virtual y que no existe realmente.
“Matrix” es un programa de computadora que simplemente estimula los cerebros y los engaña para creer que viven vidas normales comiendo, durmiendo, trabajando e interactuando juntos, pero ciegos acerca de cómo y por qué existen. Todos, excepto un puñado de personas que han logrado escapar de la “Matrix” para conocer la verdad. La película examina la idea de que la gente puede cegarse ante la verdad, la verdad sobre su existencia, pero para eso está el superhéroe Neo, un hombre superdotado que lucha en contra del sistema para eliminar la idea de una realidad falsa, una que ha sido construida sólo para controlar nuestra voluntad.
Pero aquí en el mundo real, muchos (la mayoría) estamos de acuerdo en que la realidad es algo que percibimos con nuestros sentidos y que se puede verificar a través de la experiencia; algo que existe aun fuera de nuestra mente y de cualquier percepción. Una que nos dice cuando es día y cuando es noche, un hecho observado y verificado, pues la Tierra gira en su eje dando lugar a ambos.
Ésa es la realidad, es inobjetable y esta ahí, independientemente de cómo la perciba cada uno de los más de siete mil millones de personas que rondan por este mundo, todos pensando cosas distintas y todos con percepciones diferentes de lo que es la realidad.
Una realidad en donde los hechos y eventos que existen o que han ocurrido son observables, medibles, verificables e indiscutibles, independientemente de cualquier medida de razón y lógica que se les aplique o rechace. La realidad existe de forma independiente de la mente o de nuestra conciencia.
Pero a pesar de todo, hay muchas opiniones diferentes sobre la realidad e incluso algunos construyen la suya. Si usted vio o escuchó la conferencia de prensa que el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, dio la semana pasada, se dará cuenta de que Trump vive en una especie de “Matrix” personal con su propia realidad, una que es paralela y alternative a la que todos vivimos.
Una realidad digna de una película de ciencia ficción y en donde es necesario tener una imaginación tan oscura y estar tan aislado, que pudiera estar sufriendo de episodios intensos de paranoia y delirios.
Una realidad que rechaza hechos objetivos a un grado tan impresionante que uno se pregunta cuáles serán las consecuencias para el mundo, que el hombre con el ejército más poderoso del mundo viva su propia realidad construida, como ellos mismos dicen, de “hechos alternativos”. Y en ese camino va Trump, seleccionando como real lo que él decide. En donde una noticia verdadera es falsa si se le critica y en donde sólo los elogios son reales.
Sus declaraciones al respecto son abundantes. Él realmente cree que ganó el voto popular y el voto del Colegio Electoral por el mayor margen de la historia. Eso ya fue probado que es mentira. Él realmente cree que los periodistas son deshonestos. Realmente cree que heredó un enorme desastre. Pero no sólo lo dice, él realmente lo cree. El sábado pasado, declaró que Suecia estaba sufriendo una especie de ataque terrorista por aceptar inmigrantes de países islámicos, algo que resultó falso y que él al final negó así sin más.
Por su parte, el equipo de Trump en la Casa Blanca parece estar en la misma línea de su jefe queriendo salir de esa “Matrix” que para ellos es el mundo real, para inventar realidades que les sirvan a sus extraños propósitos. Juntos, han creado un reino imaginario de intensa ignorancia y mezquindad cuya única atmósfera es el cerebro retórico de Trump.
Y a menos que nada sea real y seamos nosotros los que vivamos en “Matrix”, la gran interrogante en entender cómo muchos de sus seguidores creen con tanta vehemencia que existen esas verdades, esos “hechos alternativos” y que a veces nos ponen a pensar que los que estamos mal somos el resto.
@marcosduranf