‘A mi esposa le molesta la oportunidad que tengo de superarme’
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ESTIMADA ANA:
Mi esposa y yo nos casamos cuando teníamos 21 años porque ella estaba embarazada. Éramos estudiantes y a duras penas logré terminar la carrera porque me tuve que poner a trabajar. Había días enteros que no estaba en la casa, pues después del trabajo me iba a la universidad.
Ella, al igual que yo, también terminó la carrera porque entre su mamá y la mía nos ayudaban con el bebé. Cuando se graduó, ella comenzó a trabajar también porque seguíamos con el mismo apoyo por parte de la familia.
Ahora ya tenemos cuatro años de casados y mis papás me propusieron hace dos meses, apoyarme para estudiar un maestría a partir del siguiente ciclo escolar. Por supuesto que a mí me pareció una excelente idea, les agradecí su apoyo y acepté comenzar a recopilar información de la maestría que más me convenga.
Pero a ella no le pareció buena la idea. Siempre ha sido muy celosa y obsesiva y reaccionó de una forma que no me lo esperaba. Se fue a casa de sus papás muy enojada porque de nuevo iré a la universidad.
Me da tristeza que se deje llevar por los celos y crea que si entro a la universidad conoceré a alguien más. No logra comprender que si deseo seguir superándome es precisamente para tener una mejor calidad y estilo de vida, que es por nuestro bien y el de nuestro hijo y que no puedo desaprovechar la oportunidad que mis papás nos están brindando.
Es demasiado celosa, si llego un poco tarde del trabajo, se enoja y me reclama que ella ha estado todo el día encerrada en la oficina y que llega a la casa a limpiar y a cuidar al niño, que no es justo que solo ella lo haga, que los dos tenemos las mismas obligaciones.
Y claro que yo estoy de acuerdo por completo, pero es que a veces es indispensable que me quede más tarde terminando pendientes o en alguna junta. Y cuando voy a hacer otra cosa, como pasar a saludar a mis amigos siempre le aviso en dónde voy a estar y procuro regresar temprano.
Me gustaría que ella entendiera que si deseo superarme es precisamente para ellos, para vivir mejor. Nuestro hijo aún está pequeño, pero un día crecerá y mi obligación como padre de familia es que nada les falte, ni a ella ni a mi hijo. A veces la situación se vuelve una pesadilla, desde que mi papá me ofreció su ayuda, a diario son pleitos, discusiones y explicaciones.
Nos casamos muy jóvenes e inmaduros, ahora me toca a mi demostrar que crecimos y maduramos y que tengo metas en al vida, siempre pensando en el bienestar de mi familia.
Ella sigue en casa de sus papás y por supuesto que ellos me apoyan y han hablado con ella para que entienda que es una oportunidad única que no debo de desaprovechar solo por una escena de celos.
Hay días en que me siento triste y fracasado, pues ésta, es la segunda vez que se va de la casa por una tontería. Siempre voy a buscarla porque le digo que prometimos estar juntos en las buenas y en las malas, pero parece que no lo ha entendido.
¿Acaso pensar en mi superación personal es pensar de una manera egoísta? Si precisamente lo hago por ellos, que son mi familia y por los otros hijos que un día llegarán. Gracias por su apoyo,
Esteban.
ESTIMADO ESTEBAN:
Los celos y la desconfianza denotan una enorme inseguridad de su parte y claro, son el motivo perfecto para los conflictos en los matrimonios. Se nota que eres un muchacho noble y bueno, por eso, seguramente desde el un principio cediste en algunas cosas para evitar problemas entre ustedes y ahora tienes todos esos sentimientos.
Y por supuesto que esa oportunidad no puedes desaprovecharla, independientemente si ella está de acuerdo o no y los motivos que tenga para actuar así. Deben de comenzar a comunicarse de una forma sincera y empática, aunque a veces haya diferencia de opiniones, siempre deben de respetar la individualidad y la libertad de cada uno para alcanzar sus propios objetivos y aspiraciones.
ANA