Mirador 4/06/21
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TEMAS
Este amigo mío le tiene miedo al mar.
Cuando se ve ante él siente el impulso de escapar, y si en la noche escucha el flujo y reflujo de las olas le parece que un enemigo está llamando a la puerta de su habitación de hotel.
A mí me extraña ese temor de mi amigo. Recuerdo que en su habitación de joven tenía la estampa de un barco que navegaba a toda vela, y no olvido que en su biblioteca estaban “Moby Dick”, de Melville, y “Dos años al pie del mástil”, de Dana.
Una tarde, con tres o cuatro copas entre pecho y espalda él, y cinco o seis yo, le pregunté la causa de aquel raro temor. Me lo dijo en voz baja:
-Cuando estoy frente al mar me parece estar ante una mujer, y cuando estoy ante una mujer me parece estar frente al mar.
Sigo sin entender el miedo de mi amigo.
Quizá lo entenderé cuando lleve entre pecho y espalda nueve copas, o diez. Porque, ahora que lo pienso, yo también le tengo miedo al mar.
¡Hasta mañana!...