Mirador 29/02/2016
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Me habría gustado conocer al José “El Toluco” López.
Fue una de las figuras más populares del boxeo en el México de los años cincuentas y sesentas. Ídolo de las multitudes, como antes se decía, sus partidarios lo miraban con devoción y lo seguían con fanatismo.
Hizo mucho dinero, y tal como lo hizo lo perdió.
Yo lo vi encumbrarse y caer. En mi ciudad, Saltillo, perdió por nocaut técnico ante Otilio “El Zurdo” Galván. Vapuleado por el peleador local el Toluco ya no salió de su esquina al sonar la campana para el quinto round. Los enloquecidos aficionados cargaron en hombros al Zurdito y lo llevaron hasta su casa en el barrio del Ojo de Agua, situada a cinco kilómetros del lugar de la pelea, sin dejarlo en ningún momento que pisara el suelo.
El Toluco López es autor de una frase dolorida. Dijo: “El box te saca de la nada y te lleva a donde mismo”.
¡En cuántos boxeadores se ha cumplido ese destino aciago! Y lo mismo se puede decir de otras actividades de la vida: si no las sabes vivir bien ellas se encargarán de hacerte regresar al sitio de donde saliste.
¡Hasta mañana!...