Misión en Saltillo
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Hay personas que cubren con un manto de bondad. Que posan una mirada de afecto en todo cuanto alcanza la vista. Que sus manos están hechas para hacer el bien y su voz para pronunciar únicamente palabras de amor y de aliento.
Que sienten un llamado, aceptan una vocación y piensan en los hombres y mujeres más vulnerables, en los niños más necesitados, en el conjunto de familias deseosas de formar parte de una comunidad de esperanza.
Un sacerdote en que todo esto se personificó, haciéndolo parte de su esencia misma, fue el padre Patrick Quinn, párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, cuya figura la iluminó por décadas en su altar, sacristía, pasillos, el barrio y las comunidades rurales que correspondían a la jurisdicción de ese templo.
A 22 años de su fallecimiento, su presencia sigue iluminando a la feligresía que tan devota le fue. Recién acaba de aparecer un libro que aborda al personaje y su obra en nuestra ciudad, “La Misión de Saltillo”, de monseñor Michael Flannery.
Monseñor Flannery, nacido en Irlanda, llegó a Mississippi, Estados Unidos, en 1964, el año en que se había consagrado sacerdote. Vicario de la Iglesia Católica de Nuestra Señora de las Victorias en Pascagoula, se unió al padre Quinn en la misión asignada en Saltillo. Estuvo aquí por tres años, de 1971 a 1974.
El libro, integrado por 15 capítulos, comienza con el origen de la misión en nuestro País. ¿Por qué iniciarla en México?
Se adentra en la historia remota de la fundación de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, con la preocupación del entonces Papa Pablo VI de “establecer un Cónsul General por parte de la Comisión Pontificia para América Latina”, que observa el imperativo de encontrar solución a problemas de pastoral urgentes y significativos. Ante una gran cantidad de feligreses se enfrentaba el problema de escasez de sacerdotes. Se comienza a trabajar en este sentido y cuando monseñor Joseph Brunini, obispo de Natchez-Jackson, consulta al Senado de Sacerdotes sobre la disposición de dotar de sacerdotes en América Latina, se acepta su propuesta.
Para la misión se enlistaron dos jóvenes sacerdotes, ambos llevaban el nombre Patrick, patrono de Irlanda, su país de origen: el padre Murray y el padre Quinn.
Saltillo fue elegido, y como conexión con nuestra ciudad estaba el inolvidable obispo Luis Guízar Barragán. Serían el padre Quinn y el padre Murray quienes se reunirían con él para elaborar un plan de trabajo.
El obispo recomendó tres parroquias: la de Christo Rey, en la Guayulera; la de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, también en Saltillo; y la de Villa de Fuente, inmediata a Piedras Negras y cercana a la frontera con Estados Unidos.
Se examinaron las condiciones de cada una, y la decisión recayó en la parroquia del Perpetuo Socorro luego de ponderar la importancia de la existencia de un variado campo de trabajo: 33 comunidades rurales y tres colonias urbanas. En total, una población de 30 mil habitantes.
Así, en el año de 1969, mientras el padre Quinn estudiaba español los primeros meses, para septiembre se concretaría la transferencia de la parroquia del Perpetuo Socorro de la ciudad de Saltillo a la Diócesis de Natchez-Jackson.
El padre Quinn dejaría registro de la noticia en el periódico Mississippi Register, dando además información sobre la necesidad que se tenía de sacerdotes para cumplir a cabalidad con la encomienda establecida por la iglesia de suministrar sacramentos y constituirse en guía espiritual.
A un año de haberse establecido, y luego de una visita pastoral del obispo Brunini a Saltillo, el padre Quinn le informa en una carta que en los libros de registro muestran 503 bautismos, 181 bodas y más de mil Primeras Comuniones. Cuenta también que para esa fecha se construyó ya una iglesia y tres centros sociales con juegos para niños.
¿Cómo contagió el padre Quinn tanto entusiasmo y logró a su alrededor a grupos trabajando en la evangelización? Su calidez, su carisma, su sinceridad y amor por los más desvalidos hizo conexión con los grupos de jóvenes que formaron parte de un programa de verano. “La experiencia del verano” muestra cómo jóvenes misioneros llegaron a Saltillo a evangelizar.
Continúa…