Mujeres que mueven al mundo

Los últimos nueve días me resultaron reveladores sobre la nueva dinámica social que se presenta en nuestro País, y en el que la mujer es el centro.

“Potenciando las juventudes rurales” fue el nombre del foro que organizó la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro en Saltillo, en donde la mayor parte de quienes presentaron ponencias fueron mujeres, dirigiéndose a las de la ruralidad.

En Puebla me alegró que los integrantes del Ayuntamiento poblano firmaran la adhesión a la campaña de Naciones Unidas, “Mares Limpios”: no a las bolsas de plástico. Realmente se necesita tener compasión por la vida que guardan los mares, saneando nuestros ríos para que no lleven residuos y componentes químicos hacia los océanos.

Dolores Barrientos, de ONU Medio Ambiente, y Claudia Rivera Vivanco, presidenta municipal de Puebla son economistas. Escuché su conversación y me pareció poderosa porque, de acuerdo a ellas, la mujer sigue siendo rezagada en los planos profesionales y en el de los derechos humanos porque ellas mismas fomentan el machismo en sus hijos varones y marcan la diferencia desde que nacen sus hijas porque les etiquetan un color (el rosa).

Mientras que los niños tienen juguetes que los inspiran para hacer viajes planetarios y con súper héroes vuelan en su imaginación; las niñas desde pequeñas cargan a sus muñecas, que son bebés simbólicos para prepararlas como futuras madres, cuando las mujeres que en su juventud se adentran en las ciencias, en las matemáticas o en las ingenierías son absolutamente triunfadoras, además de tener la posibilidad de concebir la vida.

Claudia Rivera tiene un gran conocimiento de lo que una mujer tiene que pasar para tener un sitio preponderante y de representación política, pero además conoce también las estadísticas de violencia e injusticia en los corredores en los que se comercia con mujeres.

Dos damas también de gran calidad y prestigio en el medio de la política dieron muestra de lo que es la fraternidad. Anabell Ávalos Zempoalteca, presidenta municipal de la Ciudad de Tlaxcala, y Cristina Díaz Salazar, presidenta municipal de Ciudad Guadalupe, propiciaron el hermanamiento de sus ciudades con la característica de que los lazos entre ambas sedes, más allá de los acuerdos comerciales y en materia turística que se lograron, estriban en lo sanguíneo, ya que la ciudad nuevoleonesa es una heredad de la tlaxcalteca.

Cristina Díaz demostró ser una política interesada en la cultura y en la economía, pues estuvo al pendiente de todas las actividades en torno al hermanamiento con una gran categoría, organizando también el Coloquio de Cronistas de las Nuevas Tlaxcalas en donde se dieron cita destacados representantes de pueblos y ciudades con raíces tlaxcaltecas.

En la entrega del reconocimiento “Tiachca de Nuevo León”, otorgado por el Sistema DIF de Nuevo León a adultos mayores de prestigio por su conocimiento y generosidad, brilló la emoción de los galardonados y la sorpresa de que el comunicador Gregorio Bernal no dejó de llorar conmovido ante la sorpresa de haberlo recibido. En este evento una mujer de calidad, la joven primera dama Adalina Dávalos de Rodríguez, mostró que la sensibilidad femenina se puede acompañar de liderazgo para la ejecución de acontecimientos magnos en el marco del derecho premial.

Alguien que fue clave para muchas personas de mi generación lo fue doña Lilia Garza de Elizondo, a quien yo llamaba tía en un tiempo en que no se estilaba esto. Ella y mi tío Fernando fueron un matrimonio de vanguardia para su época, procrearon hijos exitosos y ofrecieron sus conocimientos y afecto a muchos jóvenes. Me enteré apenas hace unos días de su muerte acaecida en enero. Réquiem por esta gran señora y mi reconocimiento por las mujeres que mueven al mundo.