No quiero ser una suegra metiche

ESTIMADA ANA:

Hace un par de días leía el caso de una señora como yo, madre de familia preocupada por uno de sus hijos. Me identifiqué mucho con ella porque mis tres hijos ya son adultos y están casados, de hecho ya soy abuela.

El problema es con el más chico, el de 36 años. Él se casó apenas hace 2 años y como ya usted sabrá, las parejas de hoy en día esperan algún tiempo antes de tener hijos, que porque quieren disfrutarse más como pareja, viajar o simplemente no adquirir una responsabilidad tan pronto.

De hecho yo pienso que es la última opción por la que lo deciden, tienen miedo a las obligaciones que llegan, en mi muy humilde punto de vista, son egoístas y solo piensan en ellos, cuando la naturaleza misma te dicta que una vez que estás con la persona a quien amas, puedes reproducirte.

Pero bueno, finalmente son ellos los que decidirán eso. El asunto está en que mi hijo sigue portándose de una forma muy inmadura. Él tiene su trabajo, estudió su carrera en una buena escuela pero sigue siendo un jovencito.

Verá, todos los días, al regresar de su trabajo, se pasa horas, incluso hasta altas horas de la madrugada en los videojuegos. Y lo sé porque él mismo y mi nuera lo han comentado en varias ocasiones. Claro que para él es una hazaña, pero mi nuera lo dice molesta y se nota que por ese motivo tienen fuertes discusiones.

Sobra decir que por las desveladas, durante el día no rinde de la misma manera en la oficina y ha llegado a causarle problemas con sus jefes y con las personas de quienes depende.

Además mi nuera se queja que cuando regresan ambos de trabajar, no comparte con ella las tareas de la casa y le cuesta trabajo levantarse por las mañanas. Sé que está destruyendo su vida y la de su esposa. Me gustaría saber cómo hago para ayudarlo sin que se note que soy una mamá o suegra metiche.

Él no me cuenta nada, todo lo que sé, es por mi nuera y se nota que ella también ya está desesperada, por eso recurrió a mí.

Quisiera saber hasta qué punto puedo inmiscuirme en su vida de casado, pues lo veo en un túnel sin salida. Además, yo estoy plenamente segura que no lo crié de la forma adecuada, pues por ser el más chico, tuvo un poco más de privilegios que sus hermanos y ahora me siento culpable.

Y yo sé que él como adulto tiene responsabilidad pero a la vez tengo mucha impotencia de pensar que él solo se esté autodestruyendo, que sea incapaz de tomar las riendas de su vida y siga actuando de forma inmadura, aún estando casado. Afortunadamente no tiene hijos, pues sin duda todo se complicaría más. Le envío un saludo afectuoso y la felicito por su columna, a diario la leo. 

Rosa María.
 
ESTIMADA ROSA MARÍA:

Todas las personas, al independizarse, buscan tener estabilidad en su vida, tanto con hábitos, rutinas y costumbres que hacen que su vida sea confortable, cómoda y hasta cierto punto predecible. Cuando es de esta manera, pues nadie quiere hacer cambios, ni siquiera hay un motivo real para hacerlo.

A menos, claro está, que surja algo que amenace o rompa esa estabilidad (pérdida de empleo, problemas con la pareja, de salud) será cuando se saldrá de esa zona de confort y comenzará a realizar ciertos cambios.

Es probable que tu hijo esté justamente en esta situación, se siente cómodo, estable y sin algo que lo obligue a salir de su zona de confort, no tiene consciencia de que existe un problema.

Entiendo que para ti como su madre, es difícil no poder hacer nada por un hijo que está en dificultades, pero lo mejor es que valores las posibles consecuencias antes de tomar la decisión de hablar con él, pues tendría que ser con mucho tacto y respeto.

Ahora bien, no tienes por qué culparte de las cosas que ahora él hace, pues es una persona independiente y tu cumpliste con su educación los años en los que de ti dependió.

Si decides mantenerte al margen por respeto, o si decides implicarte, aquí lo más importante es que él perciba que lo estás apoyando incondicionalmente, que te preocupas por él y por el futuro de su matrimonio y que puede contar contigo siempre. 

ANA

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