No se acaban los balazos
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Evidentemente, la delincuencia actúa según sus intereses, siempre opuestos a los de la sociedad, y los listados sobre la mayor o menor peligrosidad de una zona cambia como la dirección del viento
La contención de los grupos criminales en Coahuila mantuvo a la entidad como la frontera más segura del País por un significativo lapso de tiempo.
Con todo, ayer, esa relativa tranquilidad en la que viven muchísimos coahuilenses se vio sacudida por un enfrentamiento entre fuerzas del orden y presuntos delincuentes, que arrojaron un saldo preliminar de 14 personas muertas.
Para nadie pasó desapercibido que la agresión de civiles armados se presentó en el municipio de Villa Unión, un lugar como otros, alejados del bullicio de centros urbanos más grandes, pero también cercanos a la frontera con Estados Unidos.
Este tiroteo entre elementos de la Policía del Estado y supuestos sicarios, debe mencionarse, se registró el día que el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, rindió su Segundo Informe de Gobierno, acto al que acudieron quienes ya despacharon en el Palacio Rosa -Rogelio Montemayor, Eliseo Mendoza Berrueto y Enrique Martínez y Martínez-.
También fue muy notoria la presencia de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, que acudió al Informe de Riquelme en representación del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Actúan los delincuentes conscientes de tales circunstancias políticas? ¿O se trata de una desafortunada coincidencia?
Independientemente de todo lo anterior, el gobernador Riquelme destacó que el Estado Mexicano respondió de forma inmediata y contundente, además de que mostró la fuerza institucional que tiene Coahuila para repeler ese ataque.
Actuaron elementos del Ejército Mexicano, de la Guardia Nacional, de las corporaciones de seguridad del Estado y del Ayuntamiento de Villa Unión.
En materia de inseguridad, “no vamos a quitar el dedo del renglón”, sentenció el Gobernador.