No volveremos a México: Familia de Canadá que fue asaltada en Sinaloa
Una pareja canadiense, entrevistada por un medio de ese país, denunció la violencia que se vive en México al narrar que fue asaltada por un grupo armado cuando circulaba por la Carretera Internacional en las inmediaciones de la sindicatura El Quelite, en el municipio de Mazatlán.
Ciudad de México- Una familia canadiense, que desde 2003 acostumbraba pasar el invierno en México, denunció que fue asaltada por un grupo armado cuando circulaba por la Carretera Internacional en las inmediaciones de la sindicatura El Quelite, en el municipio de Mazatlán, Sinaloa. Entrevistados por el portal CBC News, de Ontario, Canadá, Jim Aitken y su esposa dijeron haber vivido una amarga experiencia por lo que decidieron no regresar más a México.
Las denuncias no son nuevas. Hace unas semanas, una familia sinaloense fue agredida en la misma zona, ataque en el que una joven de 22 años fue sometida sexualmente. También en noviembre pasado, el asesinato de dos surfistas australianos generaron una ola de críticas contra el gobierno de Sinaloa que encabeza Mario López Valdez.
El canadiense Jim Aitken, de 69 años, dijo al medio que se alojaban en una privada de más de 100 casas en el puerto sinaloense.
La pareja, junto con su hijo y su nuera, se encontraban de regreso a Mazatlán tras almorzar en El Quelite, ubicado a 33 kilómetros al norte de Mazatlán. De manera sorpresiva un coche se les atravesó, obligándolos a detenerse.
“Cuatro hombres armados con fusiles automáticos saltaron del vehículo, corrieron a nuestro vehículo, golpearon nuestras ventanas con sus fusiles, haciendo un gesto para poner las ventanas abajo”, expresó Aitken a CBS News en una nota titulada “Pareja sobrevive a un robo en México”.
“Llegaron a desbloquear las puertas. Se abrió la puerta del pasajero y del conductor, y sacaron a mi hijo y a mí del coche”, recordó.
Aitken y su hijo fueron subidos por la fuerza al vehículo del asaltante, mientras que otros dos hombres abordaron el automóvil de la familia con su esposa y nuera en el asiento trasero, establece la información de CBC News, que cita a Aitken.
Al llevarlos a un lugar cercano a la autopista, denunció que los encañonaron para despojarlos de las alhajas que portaban.
“Ellos pusieron a mi hijo de rodillas y le pusieron el rifle en la cabeza, exigieron que vaciáramos nuestros bolsillos, delante de su esposa y mi esposa, era bastante aterrador para ellas”, dijo el padre de familia al diario.
Luego de varios minutos de angustia, fueron llevados de nuevo a la carretera libre y puestos en libertad.
“Carreteras bastante peligrosas, yo oraba para que la pistola no se descargara por accidente”, manifestó Aitken.
El canadiense aseguró que jamás volverán a México luego de esta amarga experiencia.
“No vamos a volver, sin duda”, dijo al diario canadiense.
Este hecho ocurrió un par de semanas después de que una familia sinaloense fue agredida en la misma zona, ataque en el que una joven de 22 años fue sometida sexualmente.
La familia se dirigía al puerto a disfrutar las vacaciones de Semana Santa cuando fue secuestrada por un grupo armado en las inmediaciones de El Quelite.
“Yo quiero justicia, que esto no le pase a otras personas. ¿Quién sabe cuántas familias han pasado por esto?, ¿quién sabe cuántos han desaparecido ahí?”, expuso la madre de la víctima al diario Noroeste.
El ataque ocurrió la noche del jueves 24 de marzo en ese territorio con una fuerte presencia de grupos delincuenciales, en pleno operativo estatal, en el que el Gobierno del Estado presumió un despliegue de 13 mil elementos y mil 200 vehículos para la vigilancia.
“Salimos como a las seis de la tarde de la casa, pasamos por el primo de mi esposo. Yo iba atrás con mis dos hijas, una es menor; estaba dormida, pero me desperté porque la camioneta se detuvo. Vi que había un restaurante y una gasolinera, me dijo mi esposo que su primo iba a orinar y en ese momento nos llegaron, salió un grupo de cinco hombres, dispararon, todos estaban armados y encapuchados”, narró la mujer.
A su esposo lo subieron a la camioneta, y a su primo le dispararon, a él lo creyeron muerto, pues quedó tirado al pie de la carretera.
“Yo me puse arriba de mis hijas para protegerlas, y ahí aventaron a mi esposo; los hombres se subieron en la parte de adelante y se dieron la vuelta en ‘u’. Nos metieron a un camino”, recordó.
Fue ahí ocurrió la agresión sexual.
“Siempre nos apuntaron con armas largas, a mi esposo lo separaron, le detuvieron las manos y le taparon la cabeza, a mí me arrebataron a mi hija y se la llevaron atrás, abusaron sexualmente de ella. Yo me aferré a la otra niña y le tapé los oídos, pero yo estaba llorando de impotencia”, agregó.
El secuestro duró cerca de dos horas, el grupo armado los dejó ir.
Lastimada y asustada, la familia llegó a El Quelite a pedir ayuda, pero no la encontraron, los pobladores fueron claros: tenían miedo.
Ya de madrugada les ayudaron en una tienda en la entrada de Mazatlán, más tarde denunciaron en la Subprocuraduría de Justicia de la zona sur, donde la averiguación está abierta.
La dependencia confirmó, de manera extraoficial, la recepción de la denuncia.