¿Normalidad anormal? Y en pleno crecimiento intensivo de contagios
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Normalidad es abrir un abanico de normas.
Son comportamientos que se prescriben o se recomiendan. Anormal es lo que contradice o cancela las normas. Se abre entonces un mundo de espontaneidad. Lo que se está llamando nueva normalidad se ve desde muchos ángulos. Algunos piensan que es anormal anticipar la cercanía social progresiva después de los confinamientos. Se supone que estamos en pleno crecimiento intensivo de contagios. Se ve más oportuno mitigar el confinamiento y abrir la movilidad cuando ya empezaran a descender los casos positivos de la infección, no antes.
Se constata que son numerosos los casos en que no hay escalonamiento. No pocos consideran que, al empezar junio, ya se puede hacer todo lo que antes de la pandemia se hacía.
Y ya hay saludos de mano, salidas no indispensables, reuniones numerosas y festivas, descuido de protecciones. Los más informados ven que puede haber sorpresas después de los 14 días en que parece que todo sigue igual porque no hay síntomas. Se habla de posibles “rebrotes”. En realidad se trata de grados de mayor intensidad de lo que ya brotó y sólo se expande.
Se quiere suprimir cuarentenas cuando sólo los casos positivos registrados van de prisa hacia los 100 mil. Confinar o contagiar sigue siendo el dilema que equivale a restricción económica o impulso creciente a la productividad. O salud con abstención o riesgo de contagio con trabajo activo.
Las anormalidades en la nueva normalidad fueron, en otros países, la causa de las insuficiencias hospitalarias por la saturación de casos que atender. Esperemos que pueda normalizarse la nueva normalidad.
RECONCILIACIÓN ADMIRABLE
La fotografía es de Miami. Se ven muchos policías uniformados sentados en la entrada de su local de servicio. Delante, en primera fila, un numeroso grupo de ellos inmóviles, con una rodilla en tierra, en actitud de pedir perdón y de plegaria.
Los manifestantes venían con pancartas y gritos, reclamando y exigiendo. Un policía de Minneapolis había querido evitar violencia con violencia y reprimió a un afroamericano hasta impedirle respirar y causarle la muerte. La gente, indignada, se acercaba peligrosamente. Al ver la actitud policiaca de no esconderse sino esperar, de dar la cara y no tomar actitud defensiva sino de ofrecer disculpa y oración, los manifestantes se unieron a su plegaria y hubo abrazos de reconciliación.
Hay muchas manifestaciones en el mundo. Hay escenas de encuentros de ofensa y defensa, de represión con gases, escudos o agua a presión. En Miami se vivió este momento de gracia y humanidad en que unos presentaron su pesadumbre por el exceso de fuerza opresiva y otros reconocieron su generalización injusta. Ambos grupos se unieron en un mismo dolor y esperanza de justicia.
¿REVOCACIÓN PRECOZ DE MANDATO?
En varias ciudades del territorio nacional se vio el espectáculo. Larga fila de automóviles. Sus conductores presentaban carteles y, por las ventanillas, había voces. Querían el término del actual régimen presidencial.
Es un derecho democrático de buena parte de los mandantes inconformes con su mandatario. Claro que se ha legislado en cámaras la posible revocación de mandato en fecha prefijada. Con cierta impaciencia se reclamaba, en esa manifestación, una precoz revocación. No es aún tiempo de resultados, pero hay toda la libertad para hacer pública cualquier inconformidad en el proceso de transformación en que las formas se deforman cuando se transforman.
SEMÁFORO MONOCROMÁTICO
Ya casi todo el mapa en color rojo. No con la misma intensidad, pero ya con casi total extensión. Se irán esperando las luces amarillas que atenúan señalando precaución y, al final, la luz verde en que ya la movilidad no encuentre ningún obstáculo para los encuentros habituales de una sociedad sana, recuperada y con una valiosa experiencia. Las próximas generaciones aprovecharán todo lo aprendido en este tiempo de prueba. Que el semáforo de la convivencia ordene las movilizaciones poniendo luz roja a los peligros reales, luz amarilla de precauciones necesarias y la gozosa luz verde que deje pasar todo lo que conduzca a una convivencia segura, humanizada y con grandes horizontes de esperanza...