Ocio y negocio en esta cuarentena desbordada
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Esta cuarentena desbordada no es vacación, no.
Es ocio en oposición a lo que lo niega, que es el negocio. Pero ocio no es ociosidad, madre de todos los vicios. Es el tiempo no invadido, no secuestrado. Se le llama “tiempo libre”. No está cautivo. No es tiempo para trabajar, para emplearse en lo que da remuneración. No es tiempo productivo para ganar ingreso, aunque en esta ocasión muchos lo reciban en justicia por el servicio comunitario de no contagiarse ni contagiar. Debiera ser tiempo más para ser que para hacer. Para convivir más que para vivir. Para encontrarse más que para despedirse. No para lo que es útil, sino para lo que es significativo.
Hay toda una serie de guías internacionales para hacer del ocio una gran oportunidad de desarrollo personal, integral y familiar. Por sentido común, padres y madres, con gran creatividad, hacen programaciones cotidianas que resultan una aventura fascinante para todos los integrantes del clan doméstico. El ocio ideal se ha presentado con una semana en la que sólo se trabaja hasta el jueves. Y no sólo para el nivel profesional de alto nivel. No hace tanto se exhibía como el ideal para trabajadores manuales de las fábricas del próximo futuro. En programas admirados de educación contemporánea se cancelan no sólo los exámenes sino también las tareas. El ocio familiar es ingrediente de la educación integral de calidad.
PAGUE AHORA Y VIAJE DESPUÉS
Es la sugerencia para que el turismo no se sienta enclenque después de los resguardos. Al cancelarse la movilidad se le privó de la constante demanda de itinerarios bien pagados. Antes el atractivo era para el viajante. Se le ofrecía el paseo y eso del cobro se dejaba para más tarde y en cómodo goteo de abonos fáciles.
Para apoyar al comercio se da la misma sugerencia: “Pague ahora su compra y disfrútela después de la contingencia”. Que el que tiene apoye al que deja de tener. Así se va haciendo una sorprendente cadena de solidaridades muchas veces ignoradas. Se van multiplicando los gestos, las actitudes que rebasan el mundo del interés, de la ganancia, de la competencia y aflora algo tan inesperado como la compasión, la gratuidad y la fraternidad.
En la misma línea van los préstamos sin intereses, los créditos aumentados, los cobros aplazados, los donativos generosos. Se leía en las redes que en esta ciudad alguien anónimo había preparado mil platillos de arroz, asado y frijoles o ensalada de pollo para quienes estuvieran en situación extrema de carencias o para quienes pudieran llevárselos a domicilio. Familias que se lanzaron a compras de pánico y acapararon bastimentos han hecho numerosas bolsas para restituir a quienes están batallando para adquirir la alimentación más elemental. El banco de alimentos, a través de Cáritas, apoyado ahora por empresarios con sentido social, tiene el plan de que nadie sufra hambre en tiempo de pandemia.
MISA DIARIA DEL PAPA
Se participa en ella en grabación a cualquier hora en YouTube o en vivo por EWTN. Gente que no iba a misa tiene su pantalla y recibe la homilía diaria del pontífice desde la capilla de Santa Martha. Y hay un eco multiplicado en todas las asambleas litúrgicas de las comunidades parroquiales y de los santuarios. A una pregunta de encuesta llamaba la atención la diversidad de lugares de todo el mundo en que tantas personas señalaban su participación en los oficios de Semana Santa o en eucaristías dominicales.
El ámbito pastoral cibernético ha revelado nuevos horizontes de evangelización con retroalimentación de intercambios por consultas, testimonios, filmaciones y cursos de capacitaciones variadas y de gran calidad.
RETOS Y DESARROLLOS
Es cierto que los mejores marineros vienen de haber vivido muchas tormentas. La ventaja de las tribulaciones, los obstáculos y las amenazas es que las presiones coyunturales despiertan capacidades ignoradas, destrezas valiosas y actitudes magnánimas...