País de chocolate
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Gracias por leerme y atender estas torpes letras y exégesis, señor lector. Agradezco cada vez que usted revisa estos textos y claro, no pretendo convencer a nadie. Son mis opiniones las cuales las expongo ante usted para que tome lo necesario, deseche como siempre el bagazo y se quede con aquello que le servirá en su vida cotidiana y toma de decisiones. ¿Coincide conmigo en mis ideas y opiniones? Lo agradezco. ¿Está en contra y al 100% de lo que aquí expresado en materia cultural, política, religiosa, social y literaria? Sin duda, somos diferentes. Voy a respetar su opinión siempre. Lo único que tengo hacia usted es agradecimiento de que me lea, así de claro soy, por eso reiteradamente lo publico en este espacio.
La saga de textos donde he abordado y aún, ojo, a vuela pluma, sin meterme todavía en honduras, buenas honduras, al Presidente de México, el ex crucificado de Andrés Manuel López Obrador, ex priista, ex perredista, ex izquierdista y ex de todo, han sido muy bien leídas por usted y harto replicadas. Comentarios y opiniones de todo tipo me han hecho llegar. Y creo lo más importante se ha cumplido: se han desatado ideas, diálogos y debates al respecto. Eso es al final de cuentas lo bueno de esto y a esto me dedico. Pero, como siempre, en las noches más altas me flagelo. Es verdad señor lector. Ya parezco panista o empresario de confesionario: esos que van a misa de 12 los domingos, comulgan con ojos de borrego en el matadero, ponen sus manitas juntas y toman su ostia y bajan la testa… y al día siguiente, el lunes en la empresa o en el servicio público, le escamotean a sus empleados el magro sueldo, les escamotean sus derechos laborales. En fin, el domingo son corderos benditos. Los lunes son depredadores.
Pues sí, ya parezco yo de este tipo de personajes. Le digo que todas las noches me flagelo. Hay le van los motivos de mi desvelo, son los mismos que usted ha leído aquí. Me urge platicarle de los nuevos hallazgos en la vida de la diminuta y escuálida, pero con alma de roca, Anna Frank; me urge deletrearle poemas de Alí Chumacero, necesito reseñarle mi necrológica de la gran diva del soul Aretha Franklin; contarle de lo nuevo de mi Marilyn Monroe; urge que usted y yo abordemos a doña Laurita Garza (la maestra de la escuela), quien mató de seis plomazos a su ex prometido Emilio Guerra y al hacerlo, emparentarla con Emma Bovary de Gustav Flaubert y claro, a la luz de la literatura de ambos, explorar la ola de… suicidios. Urge que le presente mi necrológica del chef y escritor Anthony Bourdain. Hablar del nuevo libro de Yuval Noah Harari, filosofar con los textos Carlos García Gual…
ESQUINA BAJAN
Por esto al llegar a mi casa luego del tráfago del día, me flagelo. Caray, ya cuando me sirvo mi acostumbrado vaso de hielo, coca-cola y una buena dosis de ron, pues sí, me asaltan los demonios y digo: que carajos sigo haciendo (y perdiendo mi escaso tiempo ya que me queda sobre la tierra, soy viejo, vaya) al hablar de la ingrata y amarga política de campanario que sólo entretiene a pocos (la verdad, ya a muy pocos), cuando lo de verdad importante es lo anterior y en los medios de comunicación (ya casi todos monotemáticos) ya no hay ideas, sino impresiones de las pútridas redes sociales. Ya nadie piensa, se ha llegado a la llamada “generación sin lenguaje”, donde los milennials y centennials, se comunican con emoticones, no con palabras. Todo esto es lo de verdad importante que hay que explorar y reflexionar; pero bueno, usted me pide letras nuevas a viejas prácticas de la política.
Y desgraciadamente, nada va a cambiar. Habitamos un país de chocolate derritiéndose al sol abrasador, el cual va desecar al planeta y a nosotros con él. Nada va a cambiar porque no hay motor ni motivo de cambio. Mis letras caen en tierra yerma, pero lo voy a seguir haciendo por dos motivos: es el llamado de mi ser (soy escritor y periodista) y porque usted lo pide. Voy a continuar desplumando al Papa, su alteza Andrés Manuel López Obrador a quien todo mundo lo ve como un Santo, sino es que de plano, Dios encarnado. Al votar por él y toda su gavilla de claques, se votó por la ignorancia y la estupidez. Manuel Negrete (ex futbolista) es Alcalde de Coyoacán y ni licenciado es. En 2001 se le acusó de usar una cédula falsa y lo corrieron. Hoy es Alcalde con la venia de AMLO. Ya tomaron posesión los diputados de Morena.
En fin, voy a contarle todo esto. Pero a la par, empezaremos a desplumar todo el relajo y su repercusión en la política de vecindario local. ¿Miguel Ángel Riquelme nunca va a despegar como Gobernador? ¿Le suma o le resta la actual operación política de “Súper Chema” en la Secretaría de Gobierno? ¿Nunca van a arrancar las Secretarías de Desarrollo Rural, Turismo o la del Trabajo, en manos de sus cuates laguneros, pero sordos e incapaces? ¿Al entregar la UA de C a otro lagunero, Salvador Hernández Vélez, fue un acierto o ya es un lastre hoy? Al pobre Salvador y en sus enjutas espaldas, se le acumulan problemas de todo tipo (su equipo es de poca monta, hay acoso sexual, demandas penales; y hasta uno de tipo de salud extraño: se respira un olor a mierda en Artes Plásticas en voz de su Directora y alumnos). Muy a mi pesar, de todo esto le voy a platicar aquí la siguiente semana.
LETRAS MINÚSCULAS
Habitamos un país de chocolate donde un ex futbolista, Cuauhtémoc Blanco (Morena, claro) de 45 años, gobernará Morelos y ni siquiera terminó la secundaria… Ahora si ando encabronado.