Pasados por agua, o lloviendo sobre mojado en Saltillo
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Cada vez que un aguacero medianamente fuerte inunda la zona urbana y genera caos
Ya sea que se acepte la descripción en náhuatl “tierra alta de muchas aguas”, o se prefiera la versión más probable, según la cual los españoles y portugueses que fundaron un nuevo asentamiento en el siglo 16, se referían a un “pequeño salto de agua” cuando nombraron el pueblo del Santiago del Saltillo, el hecho es que aquí impera la referencia al agua.
Y dicen que nombre es destino, por eso Saltillo, hoy industriosa capital del estado de Coahuila, se convirtió en un oasis, eje de caminos para los viajeros que se aventuraban al desértico septentrión en la Nueva España.
Pero parece que los saltillenses, aún conscientes de la importancia que el agua significa para la supervivencia de la ciudad, lo ignoran. Pasa cada vez que un aguacero medianamente fuerte inunda la zona urbana y genera un caos que siempre hace decir a ciudadanos y autoridades que urge un drenaje pluvial eficiente, plantas tratadoras de aguas residuales y mayor control sobre el crecimiento de la ciudad. A ver cuándo. Mientras, que siga lloviendo sobre mojado.
