Persiste inconsistencia en asesinato de migrante en Saltillo

Aun día de presentar una versión más amplia, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha revelado datos concisos sobre su versión de los hechos, en los que se señala a sus Policías Investigadores de arrebatarle la vida a Marco Tulio, un migrante hondureño que transitaba con su hija por Saltillo.

Pese a que el fiscal general Gerardo Márquez manifestó su interés por cuidar los elementos que integran la carpeta de investigación, en las primeras horas de la mañana de ayer el terreno en el que fue encontrado el cuerpo había roto su cadena de custodia. Además hay otros elementos que cuestionan el actuar de la autoridad en el caso.

En la versión, dada casi 20 horas después de los hechos, el fiscal general argumentó que los seis elementos de la Policía Investigadora habían pasado al menos dos semanas persiguiendo a un grupo de cuatro narcomenudistas, a quienes tenían identificados. Y aunque se reconoce que ninguno de ellos era Marco, la autoridad afirma que el arma que le quitó la vida fue accionada por sus elementos.

En este contexto, añade que al abordar los elementos a los narcomenudistas se sostuvo una confrontación que dio inicio a una persecución con disparos.

La narración del Fiscal indica que este enfrentamiento inició por lo menos a 400 metros de donde fue encontrado el cuerpo de Marco Tulio, pues ese era el sitio identificado como el expendio de los narcomenudistas.

A diferencia de lo que indican los vecinos y los sobrevivientes, esa versión de distancia plantea que los migrantes habrían sido perseguidos junto con el grupo de delincuentes al menos 200 metros después de la calle Hidalgo en su colindancia con las vías del tren, en la colonia 5 de Mayo; pero, también indicaría que los migrantes no fueron quienes dejaron al menor de dos años en la papelería, lo que discrepa con los expresado por los testigos.

Mario, migrante salvadoreño, señaló que el niño fue abandonado al notar que había iniciado una persecución contra ellos. Ambas versiones, al igual que las de los vecinos, indican que los disparos fueron accionados entre la calle Hidalgo y el baldío donde se encontró sin vida a Marco, en la colonia San Miguel; sin embargo, la versión de la Fiscalía, que sostiene que Marco fue herido de balas en ese mismo tramo y sólo llegó a morir al baldío, se contradice con las cadenas de custodia, pues horas después VANGUARDIA se percató al acudir al mismo tramo –de por lo menos 600 metros– que no había rastros de sangre y la única cinta rota era en el baldío, no en el tramo que presuntamente habría recorrido Marco.

BALAZOS EN EL BALDÍO

A lo anterior se suma la versión de los vecinos de la siguiente cuadra de donde hallaron el cuerpo, quienes escucharon los balazos a sus espaldas, es decir, en el baldío. Lo que advierte que Marco habría sido asesinado en el mismo lugar donde fue hallado.

“La mecánica de los hechos indica que los disparos que efectuaron los elementos policiacos fueron los que privaron de la vida a esta persona”, admitió el Fiscal en la versión sobre la persecución de un grupo de narcomenudistas.

DATOS PENDIENTES

Aunque el Fiscal mencionó que aperturarían la carpeta de investigación para darla a conocer con la opinión pública, su nueva tarjeta informativa contiene los mismos datos que la anterior. Desde que presentó su versión formal, la FGE no ha revelado resultado de prueba de radizonato a Marco donde se asiente la versión de que el occiso nunca disparó un arma contra elementos (como sí se habla de los narcomenudistas), los protocolos para efectuar disparos en situaciones de confrontación contra delincuentes; número de disparos en el cuerpo; el calibre del arma que le quitó la vida; ni el calibre del arma que se encontró en el lugar y que habría sido pertenencia de un particular, según la Fiscalía.

Ayer la Fiscalía manifestó que en 48 horas se tendrían datos concretos para judicializar la carpeta de investigación, por lo que el anuncio indica que será mañana domingo cuando se dé a conocer a los presuntos responsables del asesinato.