¿Por qué no deberías ponerle perforar las orejas de tu recién nacida?

La Academia Americana de Pediatría, parece oponerse a la práctica tan común de perforar las orejas de las niñas recién nacidas para colocarle aritos. Sigue leyendo y descubre los riesgos y cómo evitarlos.

Aunque en algunas culturas la perforación de las orejas de las niñas es lo más normal, hay otros padres en el mundo que ni siquiera soportan la idea de hacerle eso a un recién nacido, y a pesar de que las opiniones son encontradas, parecer haber algunos puntos válidos que según los pediatras, los padres deberían tomar en cuenta antes de perforarles las orejas a sus hijas.

¿Por qué algunos padres piensan que es mejor que le perfores las orejas a las niñas ni bien nacen?

1. Asumen que cuando sean grandes van a querer tenerlas perforadas, pero en ese momento les va a doler y lo van a recordar, cuando son bebés, no lo recuerdan.

2. Por motivos de practicidad, los padres deciden colocarles aritos desde recién nacidas para que no haya dudas en cuanto al sexo del bebé.

3. El perforar las orejas de las niñas sólo les ocasiona un pequeño dolor de unos segundos, y al ser tan pequeñas se les pasa rápido y ya no lo recuerdan.

4. Algunos lo hacen pura y exclusivamente por una cuestión cultural.

5. Si se perforan las orejas cuando son más grandes deben limpiárselas mientras cicatriza, cambiar el primer par de aros y cuidar que no se infecten, y es más trabajo convencerlas. Por el contrario cuando son bebés, los padres se encargan de todo eso.

¿Cuándo deberías perforar las orejas de tus hijas?

Según la Academia Americana de Pediatría, deberías esperar hasta que sea grande para evitar los riesgos de:
Que el bebé se trague el arito o parte del arito

Aunque te parezca imposible, es más común de lo que nos gustaría admitir. Estas pequeñas piezas de metal pueden ser sumamente peligrosas para un recién nacido. A veces quedan atrapados en la ropa que les estás por cambiar y sin querer tú misma se las pones en la boca. Esto puede traer problemas de salud para el bebé, como lastimarles el esófago y otras complicaciones.

Infecciones

Muchos padres les perforan las orejas a sólo días de nacidos, y otros a sólo horas, antes de que la vacuna del tétano sea administrada. Esta vacuna, por lo general no se da hasta que los bebés tienen dos meses de vida.

La vacuna en contra del tétano se da en tres rondas; la primera a los 2 meses, la segunda a los 6 y la tercera a los 15. Los médicos recomiendan a los padres que esperen hasta que sus hijas hayan recibido las 3 rondas.

Precauciones

Asegúrate que sólo se usen aritos abridores de oro

Asegúrate de que la persona que lo estás haciendo tiene el equipo necesario y que todo está debidamente esterilizado.
No se recomienda que se use un aparato de perforar que no pueda ser esterilizado, ya que esto puede ocasionar que tu hija tenga una infección y que sus posibilidades de contraer hepatitis sean elevadas.

Posibles complicaciones

Reacciones alérgicas

Si la bebé tiene una reacción alérgica al metal que se utilizó para hacer la perforación, puede causar una infección en el lóbulo de la oreja.

Infecciones

Generalmente causadas por haber utilizado un perforador que no estaba debidamente esterilizado.

Ruptura del lóbulo de la oreja

Trata de evitar a toda cosa los aritos en forma de argollas, estos son sumamente fáciles de enganchar y de hacer que el lóbulo de la oreja de tu hija se rasgue.

Formación de queloides

Una vez que los orificios son creados, el cuerpo los ve como un trauma, y tratará de sanarlo. Si el organismo de tu bebé es sumamente agresivo en contra de infecciones y traumas se formarán los queloides, que son formaciones de tejidos a la vuelta del orificio. Para removerlos, tendrás que acudir a una cirugía.