'Por un pinche garrafón no me arriesgo': habitantes de Acambay
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‘Mejor pido limosna que ir a arriesgarme’, afirmó Raymundo, quien se dedica al campo en una comunidad de Acambay en el Estado de México
ESTADO DE MÉXICO. “La situación está bien difícil, muy difícil, busca en duro”, dice Gabriela, madre de familia al salir de la unidad deportiva donde el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció apoyos económicos para quienes viven cerca de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La mujer va acompañada de un hombre, un mecánico que vive en una comunidad de Acambay.
Aquí ya no confiamos en nadie, no sabemos dónde estamos parados ni qué hacer, mejor no hablamos”, dijo apresurado el hombre que jala a Gabriela y con la mirada le recrimina que hable con los medios.
Todos aquí conocen el caso de la ordeña de combustible en un ducto de Pemex, en un punto cercano a la caseta de cobro de la autopista Arco Norte.
Ese día cientos de personas acudieron a la parcela con cubetas para colectar el combustible tras la ordeña por parte de huachicoleros.
Todavía está quemado el campo”, dice Raymundo, campesino de Acambay.
Se refiere a que el sembradío se secó tras quedar inundado de gasolina, de las pisadas de quienes llegaron a robar el combustible y del incendio que se registró.
Raymundo manotea, se quita el sombrero y maldice a quienes roban combustible.
Mejor pido limosna que ir a arriesgarme. ¡Esa gente está loca, están mal!”, lanza el campesino mientras otros campesinos lo escuchan y atienden.
Relató la jornada de ese día se corrió la voz y llegó gente de los alrededores poco a poco.
El ducto va de Tula a Toluca y ha estado fuera de servicio constantemente por las tomas clandestinas, de acuerdo a Pemex.
Miguel también es enfático al señalar que tras ver lo que sucedió el Tlahuelilpan, Hidalgo, no vale la pena el riesgo que se corre por unos litros de combustible.
Por un pinche garrafón no me voy a arriesgar. Sí hubo incendio, pero a nadie le pasó nada. Yo los veo y digo ¿para qué me acerco?”, expuso airadamente Raymundo, también reacio a que se le tomen fotografías o video.
Aquí todo se sabe”, dice lacónicamente.
Durante el recorrido por Acambay e Ixtlahuaca, Estado de México, los dos autobuses en que fueron trasladados los reporteros adscritos a la cobertura de la presidencia fueron resguardados por elementos del Ejército.