"Depuración policiaca evitaría ola violenta" en Coahuila: Investigador de EU
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Patrick Signoret West, investigador de la Universidad de Princeton en Estados Unidos, opinó lo anterior durante su visita Saltillo, donde el Gobierno Estatal trabaja en cambiar la imagen “Fuerza Coahuila”
Para impedir que las células de la delincuencia organizada en Coahuila tomen fuerza y se forme la tercera ola de violencia, se requiere de la depuración en corporaciones policiacas estatales y no solo cambiar el nombre o imagen.
Patrick Signoret West, investigador de la Universidad de Princenton en Estados Unidos, opinó lo anterior durante su visita Saltillo, donde el Gobierno Estatal trabaja en cambiar la imagen “Fuerza Coahuila”.
El experto en análisis delincuenciales informó que el mantener limpias las organizaciones policiacas lo mayormente posible es benéfico para que el Gobierno mantenga la tranquilidad en su sociedad.
“Si se hacen cambios que no sean simulados, habrá una nueva policía, pero nada más cambiaremos el nombre y ya, se necesitan cambios de verdad y no olvidar el trabajo del policía normal, es decir, no descartar robos de autos, secuestros, cosas que si corresponden a autoridades locales y no solo preocuparse en el crimen organizado”, propuso.
Dijo que se deben activar reformas aplicadas desde 2008, como pruebas de control y confianza o bien los procesos de investigación de estos servidores públicos; hay que destacar que se han dado casos de secuestro, asaltos, robos donde expolicías de la fuerza estatal son quienes protagonizan los delitos.
“Una de las reformas tiene que ver con el proceso de investigación desde este tipo de personas y requiere que los policías locales desde que llegan a la escena del crimen, hagan la investigación preliminar y se mantenga la cadena de custodia con la agencia estatal de investigaciones, ahora en teoría en castigo al crimen incluye desde policías municipales hasta agentes de la Procuraduría General de la República”, aseguró.
Dijo que muchas veces se detiene a expolicías, con armas, en flagrancia, pero a la hora de ser juzgados “se cae el caso” porque algo estuvo mal en el proceso y los encargados de ejecutarlos deben de estar bien capacitados para evitar que los delincuentes regresen a las calles.
“Los procesos son buenos y necesarios, pero que se castigue a los responsables, es decir, no se busca que abusen del poder o que caigan inocentes, son difíciles y tienen que seguir trabajando para que se implementen bien y que el delincuente pueda ser enviado a la cárcel y que se quede ahí”.
Con estudios realizados en México, describió que en el noreste del país es donde se concentró mucha violencia en su primera ola; en esta segunda se tiene menos concentrada y hay algunos lugares como Coahuila que registraron una fuerte recuperación.